El campo español se queda fuera de la campaña electoral: "Mal asunto"
Marc Vidal analiza, en 'Herrera en COPE', la situación actual del campo de nuestro país y cómo ha sido el gran olvidado en los debates del 23J
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Las elecciones del 23J están a la vuelta de la esquina. Tan solo quedan dos días para que podamos ejercer nuestro derecho a voto, en unas elecciones muy controvertidas. Desde que se convocaron para el mes de julio, la polémica ha estado servida. Y si a eso le sumamos el voto por correo o los debates a la carta, la cosa no mejora.
Precisamente los debates son los lugares en los que los políticos muestran a la población lo que pretenden llevar a cabo si son o no investidos como presidentes. Pero este último debate electoral ha dejado muchos asuntos sin tratar, o prácticamente.
Nuestra piedra angular
El campo español ha resultado ser uno de los grandes olvidados de los debates. Precisamente un sector que va más allá. "Es la esencia de nuestra identidad, pero nadie lo defiende. Así lo refleja que la Unión Europea imponiendo restricciones cada vez más severas a nuestro campo, a la vez que se facilitan las importaciones de frutas y hortalizas desde Marruecos", explicaba el analista.
Y es que lejos de dar facilidades al campo español y a los agricultores de nuestro país, priorizan lo que hay fuera. Y eso claramente es un problema. Puesto que si -cada vez más- anteponemos la agricultura de fuera a la nuestra, nuestros agricultores pasarán por verdaderos problemas.
"Y es crucial entender que sin un sector agrícola robusto, la seguridad alimentaria de un país está en riesgo. Nos volvemos dependientes de las importaciones y estamos a merced de las fluctuaciones de los precios internacionales. La autonomía alimentaria es vital para la soberanía y para la estabilidad de un país. No cuidarlo, mal asunto", explica Marc Vidal.
El ahora
Lo cierto es que el ahora son las elecciones de este domingo, el 23J. Pero no hay que olvidar la consecución de cuestiones que nos han llevado hasta el ahora. "Este verano está siendo además dramático. Al incremento de costes por culpa de la sequía se suma además la ingente exportación del país norteafricano y un apoyo incondicional, curiosamente, del actual Gobierno español a la política económica de Marruecos", explica.
Pero la cuestión es que nuestra administración, la que está otorgando ese dinero a Marruecos, no lo está haciendo a nuestros agricultores. Y eso al final es la pescadilla que se muerde la cola, cimentando que se prioricen los productos de fuera antes que cualquiera de nuestras actividades.
"Por si fuera poco, la exportación de productos originarios de Marruecos aprovecha nuestra infraestructura ferroviaria de alta velocidad para llegar a Europa cruzando la península por en medio. Algo que los productores españoles no pueden hacer porque dependen de un corredor mediterráneo que ni se le ve ni se le espera", explica Marc Vidal.
¿Por qué?
El analista lo tiene claro. Si esto está pasando es porque no se prioriza en nuestro mercado, " La lista de factores que por su incapacidad, lentitud, burocracia e intereses deterioran nuestra vida es muy larga. Igual va siendo hora de que alguien le diga a Europa que con el campo español no se juega", concluye.