Marc Vidal pone sobre la mesa el error que comete el Gobierno con los jóvenes que se van de España: "Enemigo"

Cada vez menos jóvenes se pueden considerar independientes de sus padres, en concreto "hemos pasado de un 26,1% de menores de 29 años emancipados de su familia en el año 2007 al escaso 15,9% actual. Una cifra muy inferior al promedio de la Unión Europea, que lo tiene más o menos en el 32%. Un dato que además refleja una realidad distinta a la que el Gobierno insiste en trasladarnos, especialmente porque en la última legislatura esa tasa encima cayó en más de tres puntos", como recuerda Marc Vidal en 'Herrera en COPE'.

En la 'Salida de Emergencia' de este miércoles, pone el foco en este fenómeno que, "lejos de ser un mero dato estadístico, en realidad refleja profundas disfunciones en el modelo económico español, que es lo que lo produce. Cada vez más alejado de la industrialización, más dependiente de sectores de escaso valor añadido, lo que repercute al final negativamente en la calidad y estabilidad del empleo juvenil"

"Y con una tasa de desempleo, un número juvenil del 28%, el doble de la media europea y una notable sobre cualificación del 42% de esos jóvenes, España se enfrenta a un problema estructural de desajuste entre la formación y el mercado laboral", añade el analista económico.

500.000 jóvenes se marchan de España cada año

Además, hay que tener en cuenta el gran número de jóvenes que se van de España cada año buscando trabajo: "Imagina lo que supone que 500.000 jóvenes con ganas de emprender sus propias vidas decidieron hacerlo fuera de este país, porque aquí estarían condenados a vivir en la habitación de su infancia. Hasta bien entrada la madurez".

"Aquí el concepto económico clave para entender todo esto, sería la desindustrialización acelerada que vive nuestro país, un proceso por el cual una economía reduce su sector industrial y su capacidad manufacturera, incrementando su dependencia de esos servicios de escaso valor añadido, de menor salario", detalla Marc Vidal.

Una tendencia "evidente" en el caso español, "porque conlleva la reducción de empleos estables, bien remunerados, esenciales para el bienestar económico, para la independencia de esos jóvenes, y lo que hace imposible además es que accedan al mercado de la vivienda".

"Es decir, estamos en manos de gente que va en contra de lo imprescindible, un ministerio de industria que aboga por la desindustrialización, un ministerio de trabajo que promueve trabajar menos, un ministerio de transformación digital que aún no ha transformado nada, necesitamos un cambio urgente en las políticas económicas que promuevan esa reindustrialización, la innovación, pilares para el desarrollo económico y la creación de empleo de calidad", añade el analista económico.

Pero no solo eso, también es importante llevar a cabo un "cambio cultural": "Hoy se traslada a más jóvenes, que independientemente de la productividad que generen, se les debe subir el salario por decreto, y que la empresa privada además es una especie de enemigo. Así se genera un cuerpo social quejoso, incapaz de arriesgar, dependiente, y los jóvenes son una generación que yo considero que está estafada, estafada por una política adicta al subsidio, a la cultura de la ayuda constante, contraria a valorar el esfuerzo, el espíritu de sacrificio, y por eso todavía el 84% de los jóvenes no localiza, ni en la casa de sus padres, la salida de emergencia".