¿Cómo afectan las consecuencias de la DANA a nuestra economía? Marc Vidal pone cifras a los desastres causados por el temporal

El analista económico explica las pérdidas generadas en los últimos años por catástrofes de este tipo

Redacción Herrera en COPE

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¿Cuánto nos cuestan las catástrofes como la que ha dejado la última DANA en nuestro país? Marc Vidal pone cifras a lo vivido en Valencia en las últimas horas. 

"Hemos pasado de cuantificar el impacto económico, por ejemplo, de la sequía, que en España se convirtió el año pasado en la novena catástrofe climática más costosa del mundo, a tener que gestionar los costes de estas terribles riadas, inundaciones, que cada vez son más frecuentes y más intensas.

Cada año estos desastres generan pérdidas que oscilan ya entre los 3.000 y 5.000 millones de euros, contando los daños directos en las infraestructuras, como hemos visto, en la agricultura, y también en los daños indirectos que afectan a la productividad o incluso a la salud pública.

Al conjunto de estos daños económicos se le denomina externalidad negativa, porque los costos de recuperación son asumidos por la sociedad en su conjunto, mientras que el origen de todo este formidable problema está fuera del control político o incluso de la gestión económica". 

Cómo afecta al empleo

"Se calcula que en 2023 en nuestro país se perdieron más de 25.000 puestos de trabajo debido a estas catástrofes naturales. El barómetro de catástrofes, que es un indicador que analiza el impacto socioeconómico que estos desastres naturales tienen, pues ofrece datos estremecedores. 

Solo en el año 2022 la agricultura sufrió daños asegurados un 12% superiores al promedio de los anteriores cinco años. Es decir, se complica. 

      
             
      

Además, las dramáticas riadas de ayer en todo el arco mediterráneo no solo afectan a las zonas rurales, sino que también afectan al sector industrial, logístico, turístico, incluso de servicios. Y lo grave es que en esta descomunal batalla la fuerza de la naturaleza es absoluta, como hemos visto, y enfrentarse a su furia precisa algo más que palabrería verde. 

Toca invertir en infraestructuras críticas, en planificación urbana adaptable, en prácticas agrícolas que sean más resistentes, en inteligencia predictiva para minimizar los efectos de algo que, según los climatólogos, nos va a acompañar en el futuro. 

No sé, yo, de todos modos, tras estas cifras, lo peor, por desgracia, pues son las pérdidas humanas, que a diferencia de los costes económicos, estas son irrecuperables". 

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