Este sábado, Estados Unidos llegó a un acuerdo 'in extremis' para no cerrar su economía. "Con 209 votos demócratas y 126 republicanos. El Senado evitó que la maquinaria estatal se detuviera en seco, algo que hubiera dejado sin empleo y sueldo a millones de empleados públicos de aquel país", explica Marc Vidal en 'Herrera en COPE'. El analista económico ha puesto el foco en las tres razones principales por las que tiene lugar este suceso en el país: "Por desacuerdos económicos, puesto que cuando no se logra consenso en el Congreso sobre los presupuestos se corre el riesgo de un cierre gubernamental, por la polarización política, ya que Estados Unidos tiene un sistema bipartidista donde demócratas y republicanos tienen visiones obviamente diferentes sobre el gasto y la política fiscal". "Y uno que nos va a sonar, por el techo de deuda, un límite que se impone sobre cuánto puede endeudarse el gobierno federal cuando este límite está a punto de alcanzarse y no hay consenso para elevarlo, se limita la capacidad del gobierno para financiar sus operaciones", añade. Aunque esta vez se ha logrado evitar el cierre, este ha ocurrido en numerosas ocasiones a lo largo de la historia: "En mayo de 1980, durante la presencia de Jimmy Carter, ya hubo un cierre de gobierno que duró once días, en 1981 en el 1984, en el 1986 con Ronald Reagan de presidente hubo cierres de pocos días también". "Con George Bush padre hubo un cierre que duró tres días en octubre del 90, en el 95 y 96 Bill Clinton tuvo que lidiar con el mismo problemón durante algunos días, Obama también tuvo su propio bloqueo e incluso ayer hizo diez años exactos de ese de Obama. Hasta Donald Trump tuvo su propio cierre, fue el más largo de la historia de los Estados Unidos, se alargó desde el 22 de diciembre del 2018 hasta el 25 de enero del 2019, el detonante en aquel caso fue la financiación del muro fronterizo con México", ha recordado Vidal. En este punto, el analista ha explicado la diferencia entre el cierre de Gobierno y una quiebra: "Aunque muchos lo confunden, no es lo mismo. El cierre de Gobierno es un problema de flujo de efectivo, mientras que un default (crisis) es una crisis de solvencia y crédito como la que vivió Grecia entre 2009 y 2015". "Esto me lleva a pensar que estamos sentados en una bomba de deuda, el mundo se debe a sí mismo tres veces y media y a este ritmo en 2030 la deuda global va a superar el 400% del PIB, estamos hipotecando el futuro de la humanidad y eso que hay quien cree que la deuda pública no se paga que es algo infinito, pero en realidad no lo es", reflexiona. Y añade: "Si me preguntan a mí cuánto valdrá un dólar o un euro en el futuro, la respuesta es muy simple, menos porque la deuda, que genera inflación, se comerá su valor, se trata de una carrera que ahora mismo está enloquecida e irracional y no tiene salida de emergencia".