Marc Vidal señala el problema al que se enfrentan los supermercados y que impacta en los precios de las cosas
El analista económico, en 'Herrera en COPE', explica qué está ocurriendo con la caída de las grandes superficies
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Caen las ventas en los supermercados. Y es que, las de las grandes superficies han caído un 4,5% en enero, a pesar de la bajada del IVA. Se trata del mayor descenso mensual desde que se tienen registros. Estamos ante otro dato que no se puede ocultar y que demuestra que algo no encaja, entre las cifras oficiales que hablan de la economía en crecimiento, empleo robusto, inflación contenida, y la realidad del día a día de las familias que están dejando de comprar.
Un inciso, desde que este mes se computa de un modo distinto el IPC, por lo que todavía veremos más paradojas -se reduce el peso en el cálculo de los productos frescos, los que más suben, y se incrementa el valor en la media del ocio, por ejemplo, que es lo que no sube tanto-. El efecto será obvio, pero eso vendrá más adelante.
La economía de un país se sustenta en cuatro patas: la inversión privada, el gasto público, las exportaciones y el consumo. Y cada vez tenemos menos base de sujeción.
¿Si cae el consumo cae la inflación?
Podría ser. Pero, aunque se modere la inflación, recordemos que eso no es que bajen los precios, son cosas distintas. Para entenderlo deberíamos abrir el diafragma de nuestra cámara, porque sino el IPC interanual solo muestra el último fotograma de la película de la inflación. Y de esta manera, parece que las cosas se han encarecido un 5,5%, cuando en realidad tenemos una pérdida de capacidad de compra cercana al 20%. Y a eso me refiero sobre la simulación aparente y la realidad cotidiana. Una economía que decrece en consumo rápido, es una economía en parada técnica y en fase de empobrecimiento.
Ahora dicen, desde el Sanedrín de los 22, que esto es puntual y que tiene que ver con una bajada del consumo lógico tras la Navidad. Y no digo que no. Pero el problema, como siempre, es la falta de perspectiva. Pues en enero se encadenaban ya cuatro meses de caídas consecutivas en el gran consumo español. Y si ya es inquietante que estos datos no hagan saltar todas las alarmas, lo temerario es insistir en culpar a los márgenes empresariales. Algo que si es cierto es muy fácil averiguar. Solo hay que mirar el resultado bruto operativo, el Ebitda, que se ha reducido en ese tipo de empresas un 25%.
Lo dicho, que la caída récord en el gran consumo suma otro factor que indica que esto se está parando. Insistir en el gasto público, olvidando que el sector productivo necesita estímulos es como olvidarse de que todavía tenemos disponible y a lo lejos, la 'Salida de Emergencia'.