¿Está en riesgo que Ceuta y Melilla sigan siendo españolas? El acuerdo entre EEUU y Marruecos que inquieta en España

Este viernes, en su 'Sexto Sentido', el periodista José Antonio Zarzalejos pone el foco en la política exterior que está llevando a cabo nuestro país. A nivel más actual con Venezuela, pero también con uno de nuestros vecinos más relevantes, Marruecos. 

"A pesar de haber renunciado a nuestro papel histórico en la autodeterminación del Sahara Occidental -asunto en el que también intervino marrulleramente Zapatero y su exministro de Exteriores, Moratinos- Marruecos sigue considerando Ceuta y Melilla como plazas de ocupación colonial de España", comienza recordando el periodista. 

Y es que "niega su españolidad; no restablece la aduana con Melilla y no crea la prometida con Ceuta; restringe y prohíbe el tráfico de trabajadores marroquíes a las dos ciudades españolas; se muestra impasible ante la inmigración ilegal que fluye a Canarias y es el refugio de narcotraficantes que asesinan a guardias civiles. 

Sánchez y su Gobierno parecen acochinados ante la prepotencia de Rabat, que es socio preferente de Estados Unidos". 

Un acuerdo que afecta directamente a España

En este punto, Zarzalejos ha explicado un acuerdo firmado entre EEUU y nuestro país vecino que afecta directamente a Ceuta y Melilla. 

"Washington acaba de firmar con Marruecos un contrato de venta de 35 cazas F-35 por un importe de 17 mil millones de dólares. 

Lo ha hecho con el visto bueno de Israel, bien avenido con Marruecos que se convierte así en la mayor potencia militar del norte de África, lo que aumenta el riesgo de otra especie de Marcha Verde que amputaría el territorio nacional de Ceuta y Melilla y con la duda no resuelta de si ambas ciudades están o no bajo el paraguas protector de la OTAN. 

Todo lo que sucede en el país vecino es muy grave para España por la torpe gestión del Gobierno".

El papel de Albares

Con esta situación sobre la mesa, Zarzalejos se pregunta cuál es el papel de Albares: "Se dedica a incumplir sistemáticamente sus obligaciones como ministro de Exteriores. Ni siquiera asiste a los actos de su completa competencia, como la presentación de cartas credenciales de los embajadores al Rey. 

Su prioridad, dicho por él, es que se reconozca oficialmente el vasco y el catalán en la Unión Europea y secundar los paseos internacionales de Sánchez que, a la vista está, son perfectamente inútiles. Eso sí, el Gobierno retiró a la embajadora de España en Argentina por una apreciación desafortunada de Milei sobre Begoña Gómez, en respuesta a otra intolerable de Óscar Puente sobre el presidente argentino.

Pero no se ha hecho lo mismo ante las injurias y mendacidades del anterior presidente de México, López Obrador, que pide explicaciones al Rey por la pasada presencia civilizadora española en aquella tierra, ni ante el desafuero de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, que no invitó a Felipe VI, sí al Gobierno, a su toma de posesión. 

La torpeza de Albares, engolado de continuo, es una auténtica desgracia para la gestión de los intereses españoles en el mundo. Ha fracasado en todo: Unión Europea, Latinoamérica, Marruecos, Israel, México, Argentina… y hoy, en Venezuela, si ocurre lo que se teme, puede pasar a la historia como el peor ministro de Exteriores de todos los tiempos y con él, como un villano Zapatero y como un sectario incurable, Sánchez. 

Más les vale a todos ellos que Edmundo González y Maria Corina Machado tengan la suerte de cara porque si algo les ocurriese, caería sobre la conciencia, si la tienen despierta, una gravísima responsabilidad, democrática, pero también ética".