El asesinato de un jugador del Chipiona a manos de un drogadicto: "Quería saber lo que se sentía al matar"

Como cada miércoles, Nacho Abad ha contado otra historia estremecedora en su sección de 'Sucesos'. En este caso se trata de un asesinato. Un joven de 20 años, todo apunta a que no había motivo alguno, agrede a otro de 24 -además jugador del Chipiona- y acaba con su vida. El propio periodista ha desvelado los detalles de lo ocurrido en 'Herrera en COPE': "Es absolutamente trágico, demencial e irracional", señalaba de primeras Abad.

"Paco tenía 24 años, era jugador del Chipiona. Se había casado con Inma y en 2020 habían sido padres de una niña que cumplió 3 años el domingo, el mismo día que falleció su padre", empezaba contando. La trama de la historia es la siguiente. Paco se situaba en la rotonda Virgen de Regla, en Chipiona, charlando con tres amigos, cuando un joven que había ido a comprar marihuana se les acercó "con un cuchillo de cocina de veintitantos centímetros, un cuchillo de los grandes, y no lo llevaba escondido, iba con la vista fija en Paco". Tal y como cuenta Nacho Abad, "sin mediar palabra, sin intercambio de insultos", ni nada, "este chaval le apuñala en el costado y retuerce el arma en el interior, lo gira para hacer más daño, y le afecta al colon, al páncreas y a la aorta", contaba el periodista.

Al parecer, Abad señala que el chico era ya conocido y tenía antecedentes por "malos tratos a su propia madre". En el momento del apuñalamiento, el agresor le saca el arma "y quiere rematarle, entonces, Paco -jugador del Chipiona-, se aleja, los otros amigos se alejan también. El otro ve que no puede seguir rematando ni clavando el cuchillo a nadie (...) Y en un determinado momento, Asier -que es el agresor- se va corriendo y cuando sale corriendo hay uno que le intenta perseguir para saber a dónde va", contaba Nacho Abad. Mientras tanto, Paco se encuentra gravemente herido. "Paco se desploma, llaman a emergencias, lo trasladan directamente al hospital. Pero son tan graves las lesiones que inmediatamente cogen un helicóptero y se lo llevan al de Cádiz donde acaba falleciendo el domingo en torno a las dos y media de la madrugada". Cabe destacar que la agresión fue el sábado.

El agresor

Lo que cuenta Nacho Abad es que Asier se esconde en el domicilio y ahí le encuentra su padre, "limpiando con agua el cuchillo que estaba empapado de sangre". El padre, sorprendido por lo que ve le pregunta, '¡qué has hecho!', a lo que el hijo le responde, "de forma espontánea", 'he apuñalado a uno, quería saber lo que se sentía al matar y romper las fibras y los músculos de un ser humano'. Esta frase, a Nacho Abad le recuerda otro asesinato que hubo en el año 2000 en San Fernando, en Cádiz, de dos niñas que apuñalaron a otra porque también querían saber lo que se sentía al matar a alguien.

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El padre de Asier lo que hace es llevarle al cuartel de la Guardia Civil, y allí el progenitor les dijo que su hijo tenía problemas mentales y les cuenta que ha matado a alguien. "Aparentemente tiene un trastorno mental, pero yo no tengo claro que esté diagnosticado, y tampoco tengo claro que el trastorno mental sea muy profundo porque tuvo conciencia forense, es decir, querer deshacerse de las pruebas (...) En cualquier caso, el chico confiesa el crimen, por tanto es un asesino confeso. Inmediatamente empiezan a haber condolencias por parte de todo el mundo", explicaba.

"Asier estaba en los calabozos, él sabía que lo había pinchado, pero no sabía si lo había matado. Entonces le iba preguntando a los guardias si lo había matado. Cuando ya finalmente fallece y se lo comunican, empezó a dar saltos y gritos de alegría celebrando que había conseguido el propósito de arrebatarle la vida a una persona. Ahora tendremos que ver si hay algún diagnóstico de alteración mental. Si la hay, y es inimputable, se irá veintitantos años a un psiquiátrico, y si no pues veremos la pena por asesinato que es más que clara", sentenciaba Nacho Abad.