Ayestaran, desde Kiev: "Están reforzando los puestos de control por el miedo a posibles saboteadores rusos"

El enviado especial a Ucrania cuenta la última hora de la guerra en 'Herrera en COPE'

Redacción Herrera en COPE

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La guerra en Ucrania continúa y en las últimas horas destaca la resistencia de los ucranianos en zonas castigadísimas como Mariúpoln y el temor a que Rusia se atreva a utilizar armas químicas o biológicas.

Para conocer la última hora en la capital ucraniana, Carlos Herrera ha charlado a primera hora de este miércoles con el enviado especial a Kiev, Mikel Ayestaran, para saber cuáles son las sensaciones en la capital, que acaba de salir de un nuevo toque de queda de 35 horas. En concreto, a las 07:00 horas en Ucrania (06:00 en España) se ha levantado dicho toque de queda.

"Es el segundo en las últimas dos semanas y el tercero desde que empezó la guerra", recuerda Ayestaran, que cuenta que, en estas horas, ha predominado "un rugido constante en el cielo de Kiev, sobre todo en la zona norte de la ciudad, que según los medios locales se ha debido sobre todo a la contraofesiva ucraniana para intentar alejar a las unidades rusas de Kiev".

El enviado especial cuenta que "ha crecido mucho la tensión en los puestos de control que tienen en cada barrio". "Cuando llegas, te piden los papeles y pasaportes, y tienen mucho miedo a posibles saboteadores rusos que cometan sabotajes o den información de puntos de control. Uno de los motivos de este último toque de queda ha sido la necesidad de reforzar los puestos de control, donde principalmente hay voluntarios. Han querido pasar un poco revista de las filas que hay y ahora empieza una nueva fase", ha explicado.

En cuanto al avance de la guerra y la estrategia de Putin, estamos viendo un "modelo de guerra del siglo XX", como ha definido Ayestaran. "Hay un avance directo hacia las ciudades, rodearlas y castigarlas lo máximo posible para luego ir calle por calle. Les ha salido bien en Jersón, la única ciudad donde les ha funcionado. Lo están intentando en Mariúpol, pero no lo consiguen, y la siguiente ciudad podría ser Odessa, por su ubicación estratégica. Pero, sin duda, quieren hacerlo en Kiev, por la importancia de entrar en la ciudad para Putin".

Además, Ayestaran ha contado que "hay unas imágenes inquietantes que se han difundido en las que se ven baterías importantes rusas que estarían desplegadas 30 km de Kiev, esto puede generar un cambio importante si empiezan a atacar la ciudad desde estas posiciones".

Debido al toque, los periodistas han tenido que realizar su labor desde el lugar en el que se encuentren, así explicado Mikel su experiencia en estas circunstancias: "Escuchas las explosiones, haces llamadas de teléfono, pero no es lo mismo. Cubrir la guerra desde el hotel es una impotencia muy importante. Estamos para estar en la calle, no en el hotel. Hay muy poco periodista local y tampoco hay periodismo ciudadano, por eso estamos un poco ciegos sobre el terreno. Nos falta mucha información. Ahora, por ejemplo, en Mariúpol no hay nadie informando. se echa de menos el periodismo local sobre el terreno".

Por último, ha explicado cómo está el abastecimiento en la capital de Ucrania: "sí hay abastecimiento en ciudades como Kiev. las vías principales al sur y occidente están abiertas, además, uno de cada dos ciudadanos se ha ido. En el centro sí hay de todo, en la zona norte, más cerca del frente, hay zonas donde empiezan a escasear las cosas".