José Luis Bleda: misionero diocesano 4 años en Bolivia y 9 meses en Honduras

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Uno de estos sacerdotes misioneros en Hispanoamerica ha sido el padre José Luis Bleda. Además de ser delegado de Misiones de la Diócesis de Cartagena durante 9 años, ha estado destinado 4 años en Bolivia y otros 9 meses en Honduras.

La vocación misionera le fue surgiendo poco a poco. De hecho, en su juventud pensaba que esa vida no era para él. José Luis se ordenó sacerdote con 28 años, y con 29, su obispo, Monseñor Javier Azagra, le dio la oportunidad de marcharse de misión a las humildes periferias de la ciudad de La Paz, en Bolivia.

José Luis Bleda pasó un total de 9 años al frente de esta comunidad de 55 mil personas, en la que tenía 7 capillas a su cargo y escuelas y un hospital.

Cuenta, entre otras muchas historias que vivió en aquellos años, que una vez acudió a un pueblo en el que tuvo que dejar el coche a 2 horas a pie de la capilla.

En mitad de la misa, se dio cuenta de que había olvidado las lecturas en el maletero, así que pidió a los presentes que recordasen en voz alta pasajes del Evangelio en torno al tema tratado. La eucaristía acabó durando más de 3 horas… y nadie se fue antes de tiempo.

Pero, sin duda, la experiencia que más le marcó a José Luis fue conocer a Ramiro, un militar de 18 años que tuvo que salir del ejército boliviano cuando le detectaron un cáncer.

Durante los dos años que estuvo recibiendo tratamiento no recibió más ayuda que la de la Iglesia… hasta que finalmente falleció.

José Luis Bleda volvió a España después de más de cuatro años en Bolivia. Tras estudiar misionología en Roma y ser Delegado de Misiones en la diócesis de Cartagena, volvió a la Misión. En esta ocasión a Honduras, a la ciudad de La Lima, al noroeste del país.

Dice José Luis que Honduras no es un país tan pobre como Bolivia, pero vive una situación mucho peor: la violencia de sus calles.

Casi todos los jóvenes creen en Dios, pero eso no es obstáculo para que acaben formando parte de una pandilla; un mundo del que no es fácil salir. Los sacerdotes que deciden salir de España, como José Luis, se agrupan en la OCSHA (la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana), que en la actualidad comprende a un total de 177 miembros presentes en 19 países.