En 'La Linterna de la Iglesia'

'Elegir la vida'

Irene Pozo aborda la aprobación de la ley de eutanasia en 'La Linterna de la Iglesia'

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

No se si saben que la comisión de Justicia del Congreso de los Diputados ha aprobado el dictamen de la proposición de ley de eutanasia…. Esto quiere decir que estamos contando los días para que esta ley salga aprobada del Congreso rumbo al Senado... Una barbaridad, sobre todo teniendo en cuenta la forma en que se ha tramitado este proyecto de ley: de forma acelerada, en mitad de una pandemia que nos ha hecho ver la fragilidad de la vida, y una vez más, sin escucha ni diálogo.

Fíjate, según el proyecto de ley, la eutanasia se podrá aplicar tanto en centros sanitarios como en el propio domicilio. Tendrán acceso a ella todas aquellas personas que sufran una enfermedad grave e incurable, o un padecimiento grave, crónico y que imposibilite llevar una vida normal.

Y claro, más allá de la ética y la moral, esto es algo que afecta de manera directa a toda la sociedad. Porque puede haber gente que, efectivamente, decida en un momento dado acabar con su vida. Pero mucha de esa gente, si tuviera acceso a unos cuidados paliativos de calidad que le garanticen vivir su enfermedad sin dolor, cerca de los suyos, la cosa cambiaría ¿eh? La cuestión está en que ni siquiera hay opción para elegir entre vivir dignamente el proceso final de la vida, o morir.

Te quiero contar el caso cercano de una amiga. Diagnosticada de ELA. Una enfermedad que no tiene cura y cuya esperanza de vida es, más o menos, de un puñado de años. 45 años, un marido que la adora y dos hijos en edad escolar. Un jarro de agua helada para todos, familia y amigos. ¿Tú crees que mi amiga no quiere vivir? ¿Crees que no quiere estar cerca de los suyos hasta el final? ¿Crees que su familia y amigos no queremos acompañarla y tenerla con nosotros sin verla sufrir? Se que cuesta aceptar la enfermedad… pero es que necesitamos humanizarnos para humanizar procesos como este, el del final de la vida.

Quizá si estás bien y piensas fríamente en cuando llegue el momento, no te planteas la seriedad de este asunto. Un poco de empatía, de ponernos en el lugar del otro, nos viene muy bien de vez en cuando. Y escucha este dato que se publicaba recientemente: cerca de 4,5 millones de personas mueren al año en Europa con gran sufrimiento. Esto es algo que los cuidados paliativos podrían evitar. El problema está en que elegimos morir para acabar con ese sufrimiento en lugar de apostar por la investigación, formación y aplicación de unos cuidados paliativos de calidad y accesibles a todos… Vamos que en la carrera de medicina, los futuros médicos, deberían salir formados en este área.

Cuidar cuando no se puede curar. Esa es la asignatura pendiente. La cultura de la vida, el estar atendido y acompañado de forma integral en todas las necesidades. La eutanasia será una prestación incluida en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud, de financiación pública. Ojalá veamos algún día incluido dentro de este sistema los Cuidados Paliativos Integrales. Elegir vivir será entonces la esperanza de muchos.