En 'La Linterna de la Iglesia'

María Lozano, ACN: "El yihadismo está intentando expandirse en el Sahel para conseguir recursos naturales"

La responsable de Prensa de Ayuda a la Iglesia Necesitada explica los detalles de la nueva campaña de la Fundación Pontificia: 'Me duele África'

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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Ayuda a la Iglesia Necesitada continúa con su campaña 'Me duele África'. Una campaña orientada a ayudar a los países africanos ante el avance del yihadismo. Y es que África continúa siendo el continente que lidera el proceso de radicalización islámica. En el 42% de sus estados se viola y se vulnera la libertad religiosa, tal y como revela el último Informe Libertad Religiosa en el Mundo, elaborado por esta Fundación Pontificia. Y para profundizar en este asunto ha participado en 'La Linterna de la Iglesia' una persona que ha vivido de cerca la barbarie provocada por el yihadismo en África. Se llama María Lozano y es la responsable de Prensa de Ayuda a la Iglesia Necesitada a nivel internacional.

Lozano ha comenzado explicando que lo que busca el yihadismo en esta parte del mundo es "extender su poder, tanto territorial como ideológico, e imponer un sistema que ellos denominan 'califato'. Así como los vimos en Irak y en Siria, en una zona con una riqueza territorial, con petróleo... pues ahora están intentando expandirse en el Sahel, intentando conseguir terreno pero también conseguir bienes y recursos naturales que hay para poder tener recursos económicos para poder invadir e imponer su sistema de terror, destruyendo la cohesión, la cultura y la religión anterior e intentando imponer la suya".

María Lozano conoce de primera mano la situación de Burkina Faso, donde el 60 % del territorio está controlado por grupos terroristas. Ella fue una de las últimas europeas que pudo viajar al país antes de la covid-19. "Tuvimos la suerte de escuchar el testimonio de estas personas que están sufriendo tanto pero que, por otra parte, son un testimonio de fe. Fuimos allí a finales de febrero y la situación era desastrosa. El yihadismo se ha unido con grupos terroristas locales, por lo que tienen el poder y las armas de los yihadistas y el conocimiento sobre el terreno de los grupos locales, que en ocasiones se unen a ellos por necesidad o tras recibir amenazas. Han tomado una gran parte del territorio del país, que era mayoritariamente cristiano, y hemos visto con nuestros propios ojos lo que eso ha significado: pueblos enteros que han tenido que huir con lo poco que tienen, familias que han perdido a seres queridos... Ha sido muy fuerte".

"Burkina Faso era un país que vivía un entendimiento muy grande entre musulmanes y cristianos. De hecho, lo sigue viviendo entre la población autóctona. Son grupos que vienen de fuera y ponen a los grupos locales entre la espada y la pared: 'o me ayudas o desapareces'. Además, van a zonas donde el Gobierno no tiene mucho poder, lejos de la capital...", explica la responsable de Prensa de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Pero el yihadismo también ha llegado a países como Nigeria o Mozambique, en los que musulmanes y cristianos coexistían de forma pacífica. "Nigeria es uno de los países más importantes de África, tanto por el número de habitantes que tiene como por el impulso que tenía hasta hace poco... y creo que está al borde de la crisis como país. No sólo desde el punto de vista religioso, sino desde el punto de vista económico y político. Y eso hace que, sobre todo, en las zonas del norte, que son mayoritariamente musulmanas, han sufrido mucho la violencia de Boko Haram", apunta Lozano.

La campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada pone especialmente el foco en las víctimas del yihadismo que han sobrevivido pero ahora tienen que hacer frente a las secuelas de los ataques. "Queremos hablar del trauma de los supervivientes. A veces los vivos comienzan un infierno que les acompaña toda la vida. Hace una semana hablaba con un sacerdote que nos ayuda, que es el encargado de un centro para víctimas de Boko Haram, y me contaba sobre una joven de 21 años que, en 2018, cuando estaba en Maiduguri con su familia, llegaron los terroristas de Boko Haram y le exigieron al padre que les diera a sus dos hijas. El padre se negó y lo último que recuerda esta joven es tener la cabeza de su padre en sus manos y desmayarse. Estuvo secuestrada durante varios meses, fue víctima de abusos... y cuando logró salvarse y llegar a su familia, no podía dormir, tenía ansiedad, miedo...", narra Lozano.

"Ahora, gracias a la ayuda de este centro, está haciendo un curso de corte y confección, está pensando en la universidad... Hay mucha gente a la que tenemos que seguir ayudando en el día a día para volver a una normalidad que es imposible sin la ayuda de la Iglesia, en muchos sitios a los que no llega el Estado", concluye la responsable de Prensa de la Fundación Pontificia.

Toda la información sobre esta campaña de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, 'Me duele África", está disponible en su web y en el teléfono 91 725 92 12.