La vida contemplativa, a la vanguardia de la sinodalidad para "derribar virtualmente” los muros de los monasterios y conventos
Ana Medina trae a la 'Linterna de la Iglesia' la iniciativa 'VCenS' (Vida Contemplativa en Sinodalidad) que acoge ya a decenas de monasterios que se forman, comparten retos y respuestas en red
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La Sinodalidad nos llama a todos a vivir en actitud de corresponsabilidad en la Iglesia. Y en ese poliedro que el Papa Francisco pone como ejemplo de esta barca que somos los seguidores de Cristo, la Vida Consagrada tiene un papel fundamental. Pero ¿cómo se vive en clave sinodal desde el claustro de un convento?
Muchas personas podrían pensar que es difícil, pero nuestros monjes y monjas de clausura nos van a demostrar esta noche que eso de la sinodalidad no solo es posible, sino necesario para ellos. Para su subsistencia. Pilar Germán es monja cisterciense de la Estrecha Observancia y es parte de la comunidad del monasterio de Santa María de la Caridad de Tulebras, en Navarra. Ella colabora en el proyecto llamado Vida Contemplativa en Sinodalidad, o usando las siglas, VCenS. «El proyecto Vida Contemplativa en Sinodalidad surge de la reflexión de un grupo de monjes y monjas sobre la vida contemplativa. De nuestras dificultades, nuestros retos, nuestros desafíos, nuestros deseos. Se centra en tres áreas principalmente: una, el tema de la gestión y el patrimonio; otra hace referencia a la comunicación tanto interna de las comunidades como el dar a conocer nuestro carisma al exterior. Y la tercera, relacionada con la formación», explica.
"Se trata de aprender liderazgo en clave sinodal"
Esta iniciativa parte de la propia vida monástica y todos los monasterios del país están invitados a sumarse y hacerla suya. Lo que intenta es poner en común conocimientos y soluciones a los retos que se les plantean y reforzar su identidad. Más allá de un espacio de formación, es un itinerario facilitado para aprender distintas herramientas. Fray Roberto de la Iglesia, abad del monasterio trapense de San Pedro de Cardeña, en Burgos, y director de esta iniciativa de vida contemplativa, nos cuenta qué programas tienen ahora mismo en marcha.
«Tenemos uno de acompañamiento y discernimiento intermonástico. Se trata de aprender liderazgo en clave sinodal. Es para todos, no solo para los superiores. El segundo programa es Gestión del Patrimonio Monástico, dirigido por el padre Miguel Campo, jesuita, profesor de Comillas y experto en estas materias. Y por último, el curso de cuidados para mayores y enfermos de nuestras comunidades, así como para sus cuidadores. Este último es online y está patrocinado por la Fundación La Caixa».
Uno de los principales retos es el derribar “virtualmente” los muros de los monasterios y conventos, poniendo en red la realidad que viven, rompiendo de alguna forma la separación. Pilar Germán nos comparte los más destacados frutos de este proyecto de Vida Contemplativa en Sinodalidad: «constatar la riqueza de vivir la unidad en la diversidad, tanto entre las distintas órdenes como en la propia comunidad, y aprender a escuchar a Dios y a escucharnos entre nosotros. Como diría san Benito, hay que escuchar a todos los hermanos, porque a veces el Señor revela al más pequeño lo que es mejor».
El espacio es libre y voluntario, no condicionado por una agenda sino por un deseo compartido. Actualmente participan decenas de cenobios en España y la lista sigue aumentando. Más información en Vidacens.org.