¿Cómo una estampilla puede hacernos perder todo esa alegría que Dios nos DA?

El monólogo de Álvaro Sáez en La Linterna de la Iglesia

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Álvaro Sáez
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Qué orgulloso me siento de ser católico y de vivir estos días con especial alegría, de verdad lo digo. Qué bueno encontrarle sentido y placer, más allá de las efímeras vacaciones, a unos días de alegría, de gozo, como ha sido la navidad... y son los Reyes Magos.

Y qué bueno ser católico para aprovechar las malas experiencias para sacar lo mejor de nosotros mismos, de verdad, de corazón. Porque en momentos de desesperanza, hay lugar para la alegría. Una alegría que no pone una capa de invisibilidad en los problemas, sino que los encara con la fe de que estamos en la bando ganador.

Sí, hablo de esa triste burla durante las campanas de televisión española. Un hecho que me ha hecho plantearme algunas cuestiones. Te las lanzo y ya me dices qué opinas.

Digo triste, con pena y compasión. En primer lugar por la ignorancia. Y ahí va la primera cuestión ¿De verdad alguno cree que Lalachús era realmente consciente de lo que estaba haciendo?

Yo tengo clara la respuesta, lo que me lleva a mi segunda reflexión. ¿En serio vivimos en un mundo tan banal? ¿Cuándo ha dejado de importarnos ese mínimo decoro en momentos serios?

Y qué triste es también que los poderes públicos usen esto para sacar su agenda ¿no? Hablo del Bolaños, el ministro Felix mBolaños que ya puso algo así como ya están aquí los radicales que hacen necesario eliminar los delitos contra las ofensas por motivos religiosos. En fin, esto si quieres luego lo comentamos.

Claro, ¿qué debemos hacer los católicos ante esto? ¿De verdad debemos dejar que esto nos irrite, nos quite el sueño, nos ponga de mal humor?

Para esto siempre es bueno volver al origen. Volver a la cruz. A nadie irritaron más que a Jesús. ¿Cómo reaccionó? Es posible unir verdad y caridad.

A Jesús, y su sagrado corazón se le defiende con el ejemplo y con el perdón. Con compasión y con esperanza. No con la boca caliente.

Qué orgulloso me siento de ser católico, decía al principio, porque gracias a esto, y solo hace falta echar un vistazo por las redes, estamos pudiendo conocer mejor esa devoción al sagrado corazón de Jesús, una “síntesis del evangelio” dice el Papa en Dilexit Nos. Lo que da sentido a nuestra vida.

Dios nos ama con ese corazón que es de carne. Que murió, que resucitó y que cada día en la eucaristía se entrega por nosotros.

¿Cómo una estampilla puede hacernos perder todo esa alegría que Dios nos ha prometido?

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