Vivir en la esperanza cristiana nos ayuda a pasar del ‘por qué’ al ‘para qué’
El monólogo de Irene Pozo en La Linterna de la Iglesia
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La verdad que me emociona saludarte en esta noche de viernes, donde estamos arrancando nueva temporada en La Linterna de la Iglesia. Y me emociona especialmente porque en este tiempo, donde me ha tocado echar un poco el freno y apartarme de estos micrófonos, me he dado cuenta de lo importante que es para mí, el poder compartir contigo cada semana, todas aquellas cosas que nos mueven a creer que un mundo mejor es posible. Que a pesar de nuestras circunstancias personales, hay esperanza. Y sobre todo, que no podemos dejar de creer en el ser humano.
A veces el mundo nos parece excesivamente violento, individualista, injusto… me pregunto si nos hemos acostumbrado a ello. Hay estudios que demuestran que cuando uno ve, escucha o lee noticias negativas durante un tiempo prolongado produce un efecto negativo en el estado de ánimo. Lo mismo nos pasa cuando atravesamos algún bache. Por eso, muchas personas tienden a cerrar los ojos a la realidad y miran hacia otro lado como si nada importase… lo que también tiene efectos negativos porque tarde o temprano nos tenemos que enfrentar al mundo en el que vivimos o a las situaciones que atravesamos.
Vivir en la esperanza cristiana, nos ayuda a ver las cosas de otra manera. Nos ayuda a pasar del ‘por qué’ al ‘para qué’. Y esa es también tarea de los que nos dedicamos a las comunicaciones sociales. Además, la escucha, la empatía, no están reñidas con ser realistas. No se trata de disimular las malas noticias, sino de contarlas con esperanza.
Decía hace unos meses el Papa a los periodistas, que su misión es hacer el mundo menos oscuro. Y ahí es donde nos toca seguir caminando en La Linterna de la Iglesia. Estoy muy agradecida a mis compañeros que durante estos meses han cogido el testigo de este programa, sin perder de vista la importancia de estar siempre al servicio de la verdad y del bien común.