Ana Medina: "Deseo para los sacerdotes la santidad a la que todos estamos llamados"

El 10 de mayo es la fiesta del San Juan de Ávila, que desde hace dos años está inscrita en esa fecha para la Iglesia universal, y en este día que acabamos de celebrar, son muchas las diócesis que peregrinan a Montilla, donde reposan los restos de este santo patrón del clero español. En este día es también común que nuestros curas pidan, a sus fieles o en redes sociales, que recemos especialmente por ellos, y es un precioso ejercicio de comunión en esta Iglesia sinodal que también ellos ansían. Oración para entrar en comunión, para saber que somos personas frágiles que sueñan y ponen sus manos a trabajar unidas para ser hospital de campaña, casa materna, mies con diversidad de obreros y un solo maestro: Jesús, el Señor.

Pienso en mis curas, los jóvenes, con sus ilusiones y sus miedos, su entusiasmo y sus dificultades.

Pienso en los mayores, con toda una vida de experiencia y, sin embargo, la llama del amor a Dios y a la Iglesia viva como el primer día.

Deseo para ellos la santidad a la que todos estamos llamados y agradezco el inmenso bien que realizan, especialmente cuando no se conoce, porque el bien no hace ruido, y ser cura hoy es un reto en el que solo sirve amar profundamente al ser humano, y hablarle de Dios; y amar a Dios sobre todas las cosas, para llevar hasta el a todos los hombres y mujeres del mundo.