Así es Antonio Prieto, nuevo obispo complutense: "Sueño en una Iglesia alegre, sinodal y evangelizadora"

El prelado se sincera con Irene Pozo en 'La Linterna de la Iglesia' y repasa su trayectoria y los retos que tendrá al frente de la diócesis madrileña horas antes de su ordenación

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Así es Antonio Prieto, nuevo obispo complutense: "Sueño en una Iglesia alegre, sinodal y evangelizadora"

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

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"Todavía estoy un poco nervioso, lo confieso, pero tengo mi confianza puesta en el Señor". Así ha comenzado su intervención en 'La Linterna de la Iglesia' Antonio Prieto, nuevo obispo de Alcalá de Henares, que recibirá su ordenación episcopal y tomará posesión de la diócesis complutense este sábado, 10 de junio. Prieto Lucena se convertirá así en el cuarto obispo complutense tras el restablecimiento de la diócesis de Alcalá de Henares, en 1991, y en el primero de origen no valenciano.

Con Irene Pozo, Antonio Prieto ha reconocido que "al principio, pensé que quizá era un error, pero luego cuando fui confirmando que, efectivamente, el Santo Padre me proponía como obispo de Alcalá de Henares, aparte del temor y el temblor por la responsabilidad, brotan el agradecimiento al Santo Padre y también la confianza puesta en el Señor, que se sirve de lo débil para hacer su obra".

Prieto cuenta entre risas que, cuando recibió la llamada de la Nunciatura para comunicarle que era el elegido del Papa para pastorear la diócesis de Alcalá, "pensé que era un error, pero luego ya se fue confirmando y la verdad que fue una gran sorpresa para mí, por el hecho de ser llamado al episcopado y, también, por la diócesis, que me parece muy importante. Tiene mucha vida, es muy joven, rica en historia... me siento inexperto, pero con la confianza puesta en el Señor".

El nuevo obispo de Alcalá tuvo, hace unos días, la ocasión de saludar al Papa Francisco, tras la audiencia general: "Creo que nunca olvidaré ese encuentro con el Santo Padre, porque me dijo que él conocía Alcalá, que había vivido aquí seis meses, y que cuidara mucho a los sacerdotes, que cuidara la catequesis y que fuera un buen pastor. Creo que eso no lo olvidaré nunca, porque me lo dijo mirándome fijamente y con una cordialidad que realmente me tocó el corazón".

Estudió medicina, canta y toca el ukelele

Antes de recibir su vocación al sacerdocio, Antonio Prieto llegó a estudiar algunos curso de la carrera de Medicina: "La vocación a la Medicina surge por mi hermano mayor, que es médico. En aquellos tiempos, en los años 90, en mi pueblo los médicos pasaban consulta en casa, y a mí me impresionaba mucho cómo venían familias, madres de familia, con sus hijos, con sus problemas... y cómo mi hermano les atendía. Esto, ver que uno podía ayudar a los demás, ponerse al servicio de los demás, salir de uno mismo... siempre me cautivó. Era una carrera que me gustaba. Pero, al mismo tiempo, la vocación al sacerdocio también estaba en mi corazón desde que era adolescente, porque me llamaba la atención lo que hacía el sacerdote de mi pueblo, mi párroco... luego conocí el seminario, la alegría de los seminaristas y, con 20 años, me decidí a dar el paso al sacerdocio y, desde entonces, soy muy feliz".

Prieto reconoce que deja mucho en Córdoba, la diócesis en la que ha crecido durante los 23 años que lleva como sacerdote: "Uno como que se cose a la diócesis donde ha aprendido a ser cristiano, y ahora tiene que descoserse y es un desgarrón. Han sido 23 años de sacerdote, 11 años como rector del Seminario y 3 vicerrector. Por lo tanto, tengo un gran cariño al seminario, a la formación de los sacerdotes y, en los últimos 5 años, la Vicaría General, que me ha permitido conocer la diócesis de una manera mucho más amplia, mucho más intensiva... Dejo mucho en Córdoba, pero también vengo con muchísima ilusión a Alcalá".

El nuevo obispo complutense, que ha viajado a su nueva diócesis en el camión de la mudanza, ha agradecido el legado de sus predecesores: "No tengo muchas cosas porque, gracias a Dios, aquí lo tenían todo perfectamente preparado, así que tenía que traer poco. Cuando llegué aquí, la acogida ha sido fenomenal. Estoy muy agradecido al Colegio de Consultores, a Jesús Vidal, el administrador apostólico, que me lo está haciendo muy fácil, al vicario general... Me siento como un eslabón en la cadena apostólica. Ahora me toca recoger el fruto de mis antecesores: de Manuel Ureña, Jesús Catalá, Juan Antonio Reig... y yo espero trabajar como ellos para que otros reciban a su vez el fruto de mi trabajo".

Cuestionado por su faceta artística, Prieto ha declarado que hace "lo que puede". "Me gusta cantar, me gusta dibujar y, sobre todo, me gusta intentar hacer feliz a los demás. Es verdad que el camino del arte y de la música son caminos privilegiados para para ir a Dios", aseguraba entre risas.

"Sueño en una Iglesia alegre, sinodal y evangelizadora"

El nuevo obispo de Alcalá ya lleva unos días conociendo la que va a ser su diócesis: "Es muy viva, una diócesis joven... si no me falla la memoria, son 44 parroquias, 215 sacerdotes... uno de los cleros más jóvenes de España, más de 800.000 fieles... hay mucha presencia de religiosos, de consagrados... Estoy encontrando excelentes colaboradores y esto es una confianza para mí. No faltan retos, desafíos, dificultades... pero también tenemos muchísimos recursos. Por lo tanto, vivo esta etapa con mucha ilusión, con mucha esperanza".

Prieto ha concluido su entrevista en 'La Linterna de la Iglesia' explicando que "uno piensa en lo que significa la secularización, lo que el Papa Francisco llama el desafío antropológico, cultural, este cambio de época tan vertiginoso que afecta a la familia, a la sociedad, al individuo... y uno puede caer en la desesperanza. Por lo tanto, yo sueño en una Iglesia alegre, que propone, una Iglesia evangelizadora. Porque si no, la Iglesia se atrofia, se entumece. Una Iglesia que no cae en la inercia de 'no se puede hacer nada', de la desesperanza... creo que lo importante es que pongamos al Señor en el centro, porque donde está el Señor, como dice el Papa, nace y renace la alegría. Y, al mismo tiempo, una Iglesia sinodal. El Papa Francisco nos está diciendo que la sinodalidad es el camino de la Iglesia del tercer milenio. Tenemos que poner todos nuestros dones y carismas al servicio de la Iglesia y brotará como don del Espíritu Santo esa comunión evangelizadora. Si tuviera que resumirlo, sueño en una iglesia, alegre sinodal y evangelizadora".

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