La conversión de Pablo, un joven de Madrid, gracias a un compañero de clase que ahora está en Roma para ser sacerdote: "¿Cómo puede vivir así?"
Se bautizará en Getafe tras 24 años alejado de Dios. En su camino de conversión jugó un papel fundamental un amigo de la universidad

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Este próximo Sábado Santo, Pablo García Martel, un joven de 26 años, culminará un camino de conversión al recibir el sacramento del bautismo durante la Vigilia Pascual en Getafe. Pablo, como ha contado en la Linterna de la Iglesia, estuvo 24 años alejado de Dios, pero todo cambió en su etapa universitaria, donde su amigo Andrés Diáz, jugó un papel fundamental.
Aunque inicialmente esta realidad era ajena para Pablo, la forma en la que Andrés vivía, con una "absoluta paz" y "tranquilidad", alejado del "ruido" que percibía en la sociedad, despertó su admiración e inquietud. Pablo describe cómo Andrés prefería escuchar y le mostraba con su ejemplo su fe, marcando el inicio de un largo camino.
la petición que pablo le hizo a dios de rodillas
Un momento crucial en su conversión ocurrió una noche en su habitación cuando, por primera vez, se arrodilló ante Dios y le hizo una petición: "Hágase tu voluntad". En ese momento, experimentó la sensación "de no estar solo".*Fue entonces cuando se dio cuenta de que "había encontrado la fe".
Pablo, cuyo nombre evoca al apóstol San Pablo y su conversión, reflexiona sobre cómo antes se consideraba una especie de "mini Dios", un "individualista exacerbado" donde él era el principio y límite de todo. Este individualismo le llevaba a "vivir sujeto a los impulsos, sin una trascendencia mayor".
ASÍ SE IMAGINA PABLO QUE SERÁ SU NUEVA VIDA
Para Pablo, el bautismo no representa el final de un proceso, sino el comienzo de una "vida nueva entregada a Cristo". Comparte este camino con otros jóvenes, aunque reconoce que cada historia y proceso son únicos, con "diferentes acontecimientos que moldean su acercamiento al Señor".