Vivía en la calle y padecía problemas de salud mental pero esto cambió por completo la vida de Jaime: "Un lugar seguro"

Conoce el proyecto de San Felipe Neri, la iniciativa de Cáritas Madrid que busca romper el círculo vicioso entre exclusión y salud mental

Redacción Religión

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La exclusión y la salud mental tienen una relación bidireccional. Los problemas de salud mental pueden llevar al aislamiento social y la exclusión social puede exacerbar los problemas de salud mental que ya existan previamente, en un círculo del que es difícil encontrar la salida.

Jaime lo ha experimentado en primera persona. Vivía en situación de calle, con un padecimiento de salud mental, totalmente desvinculado de la red de atención sanitaria y sometido a un severo aislamiento social y a situaciones de riesgo. Hasta que Cáritas se cruzó en su camino: «A raíz de una llamada al equipo de proximidad, se inició un acercamiento y un acompañamiento, desde el que Jaime ha logrado reconectar con un servicio de salud mental, iniciar tratamiento farmacológico y estabilizar su sintomatología», narra Jesús Polo, técnico de San Felipe Neri de Cáritas Madrid.

«Actualmente se encuentra en espacio abierto y cuenta con un equipo de referencia que pone en valor sus capacidades, un lugar seguro desde el que puede cubrir sus necesidades más básicas, una mayor estructura diaria y un grupo de personas con las que aliviar su situación de aislamiento», explica Polo.

Y es que el fruto que ese acompañamiento ha tenido en Jaime no es un caso aislado. «Desde entonces hemos dado asesoramiento y orientación a cerca de 90 situaciones detectadas de la red de Cáritas con el objetivo de conseguir mejoras en las personas acompañadas a nivel psicosocial. 45 personas han tenido un acompañamiento más personalizado, consiguiendo 37 de ellas acceder a prestaciones y servicios con los que poder normalizar su situación y mejorar su nivel de autonomía», explica Silvia Rebollo, responsable de San Felipe Neri.

Conoce todos los detalles dEl proyecto san felipe neri

Este proyecto comenzó en Puente de Vallecas hace poco más de un año y unos meses más tarde abrió el espacio abierto. Las personas acceden derivadas de las acogidas parroquiales, los equipos de Cáritas en las vicarías y la red de Cáritas Diocesana de Madrid.

Cuando se detecta que una persona puede estar padeciendo un problema de salud mental o sufrimiento psicológico, contactan con el equipo de proximidad, conformado por un psicólogo y una trabajadora social que hacen una valoración, asesoran al equipo derivador y se ofrecen a acercarse al lugar donde está la persona.

«La idea es tratar de conocerla, interesarse por su estado, conocer sus necesidades e intereses y desde ahí proponer un acompañamiento desde el que iniciar acciones que le ayuden a mejorar su situación. El acompañamiento siempre se realiza desde un acercamiento respetuoso con sus intereses, sus decisiones y su proyecto de vida, entendiendo que para ello es necesario conocer primero a la persona, generar un vínculo adecuado y un clima de confianza entre la persona y el equipo», añade Silvia.

Desde ahí, se propone un acompañamiento para iniciar la mejora de su situación. «En general, las acciones de acompañamiento del equipo de proximidad suelen incluir la vinculación con su centro de salud mental para conseguir una adecuada adherencia al tratamiento y alcanzar la estabilización de su problema de salud mental, adquirir o mejorar hábitos de autocuidado, cubrir determinadas necesidades básicas o acceder a prestaciones y servicios públicos», apunta Jesús.

Cuando la persona precisa un acompañamiento más intensivo, se le ofrece acceder a este espacio abierto San Felipe Neri, donde puede acceder a servicios básicos como lavandería, duchas, internet, ayudas para alimentación y actividades ocupacionales y de ocio.

LA NECESIDAD DE UNA SOCIEDAD INCLUSIVA 

Desde Cáritas trabajan día a día para detener ese bucle entre exclusión y salud mental. Susana Hernández, responsable de Obras Sociales de Exclusión de Cáritas Madrid, está convencida: «Las personas con enfermedad mental pueden llegar a tener una vida totalmente autónoma siempre que se cuente con unos apoyos variados».

Espacios como el de San Felipe Neri, donde poder relacionarse, acceder a servicios básicos que dignifiquen la vida, como la ropa, poder ducharse, poder tener una alimentación adecuada, el acceso a diferentes profesionales, trabajadores sociales, psicólogos, integradores sociales, terapeutas ocupacionales… son los apoyos que Cáritas Madrid pone en marcha ante esta realidad.

Y aún más, para cambiar todo lo que rodea a esta problemática: «Es necesario desmitificar la enfermedad mental y la exclusión. Y en eso también trabajamos desde Cáritas, desde la sensibilización a la comunidad, intentando evitar que se relacione enfermedad mental con violencia, con inseguridad. Creemos que solo si la sociedad es una sociedad inclusiva, que se abre a les diversidades, podremos llegar a conseguir que la enfermedad mental no sea un sinónimo de exclusión ni viceversa. Que se rompa esa bidireccionalidad».