Así buscan supervivientes los perros de la UME por el terremoto de Marruecos: la clave es el olor

El director de La Linterna, Ángel Expósito, es testigo de cómo la Unidad Militar de Emergencias lleva a cabo los rescates en Marruecos con la ayuda de perros especializados

Pablo Garrido

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A la entrada de Amizmiz, a una hora de Marrakech, ubicado a las faldas del imponente Atlas, hay decenas de tiendas de campañas. Alrededor, cientos de militares perfectamente coordinados. En el brazo de cada uno de ellos la bandera española y detrás la palabra UME. Son los españoles que se encuentran montando en tiempo récord el mando de operaciones en una de las zonas más afectadas.

Así trabajan los perros de la UME en el terremoto de Marruecos

Mientras consiguen poner el soporte a punto de estas tiendas modulares, en una, un poco más pequeña, se encuentra el cabo Andrés Grajales y ha contado que los perros encuentran los cadáveres con el olor, “todo lo que genera olor crea un cono y a partir de ahí, se le incita al perro a que busque ese olor y se le premia por marcar o ladrar ese olor”. No es lo mismo el olor de un cadáver que un ser que respira y esa es la clave.

Rápidamente, el cabo sale de su posición con sus dos compañeros peludos porque va a reconocer uno de los lugares que necesita ayuda tras el terremoto. Por eso se sube a uno de los camiones que pertenecen al ejército marroquí.

Otro de los camiones se encuentra parado. Algunos militares comienzan a descargar todo el material que contiene. Son centenares de cajas perfectamente encajadas en el camión. En ellas hay herramientas, comida, monos, etc. Todo para que la misión pueda llevarse a cabo con normalidad.

Todos los militares están perfectamente coordinados y abandonan la zona poco a poco. Allí, hay más tiendas, en una de ellas está el Capitán Ouro cuyo papel es fundamental en este tipo de misiones de rescate y además es su primera de este tipo.

Ha explicado que al desempeñar “la figura del ingeniero especialista en estructuras colapsadas se encarga de asesorar al mando para adoptar la decisión de si el equipo de búsqueda y rescate entra o no entra”. Él analiza el estado de la edificación y si es inestable no se sabe con exactitud hasta cuando puede estar de esa forma.

Por otro lado, dentro de este mando de operaciones, en una de las zonas con más responsabilidad, se encuentra el comandante Bascuas, el jefe del equipo USAR del cuarto batallón de la UME. Ha explicado que “nadie está preparado para situaciones tan desgraciadas, pero que tienen apoyo psicológico para situaciones más comprometidas. A 20 kilómetros del centro de operaciones esperamos encontrar aldeas derrumbadas y personal trabajando con sus propias manos intentando rescatar cadáveres”.