El dilema de los apartamentos vacacionales: ¿El futuro del turismo o foco de conflicto vecinal?
Asociaciones de alquileres y vecinos afectados dan su punto de vista en La Linterna sobre un conflicto lejos de resolverse
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con el principio de agosto comienza el disfrute para miles, Tráfico prevé casi 50 millones de desplazamientos. Todos ellos tienen que dormir en algún sitio: hoteles, casas rurales, campings, alquileres... Eso sí, si no es de tu propiedad vas a tener que pagar hasta un 10% más que el año pasado, sobre todo en las islas y en las costas, el precio medio se sitúa en 1.037 euros la semana.
Adolfo Meras, presidente de Madrid Aloja explica en La Linterna que “lo que ha cambiado ha sido la aparición de plataformas digitales, cada vez es más habitual, los madrileños siguen usando viviendas de uso turístico, a nadie se le ocurre irse 15 días a un hotel. Pero estamos aprendiendo”. Eso sí, concretamente en Madrid, muchos vecinos se quejan de que en la legislación es obligatorio que la puerta de acceso a la vivienda debe ser independiente, y que eso no se cumple: “Nosotros no estamos de acuerdo con las entradas independientes, sino que apostamos por los serenos digitales nocturnos, un teléfono 24h que asiste a los vecinos y personas con motocicletas que pueden acercarse si ocurre algo”.
Ahora bien, ¿es fácil convertir tu casa en vivienda vacacional?: “Lo puedes hacer tú mismo, pero es un trabajo duro, es 24/7 y, siempre que se rompe algo, se rompe un domingo por la tarde. La gente al final lo termina dejando a una gestora y, por un porcentaje alrededor de un 20%, dejamos la parte del dueño una vez retiramos la parte de las plataformas”, explica Meras en COPE.
La subida de precios
Esperanza es abogada, ha ido a Costa Ballena este verano: “Lo descubrí a través de unos compañeros me animaron a venir hace 19 años”. “Hablé con varias personas y di una particular con la que hemos estado 14 años en su casa”. No obstante, empezaron a cambiar y ya siempre a través de agencias, que no todas trabajan igual. “Con la que estuve el año pasado no volvería ni loca, los precios son muy altos, este año he notado un descenso de gente”, lamenta.
“Hay gente irresponsable, para poner un piso de alquiler vacaciones y pedir 2.000 o 3.000 euros, a vivienda tiene que estar en perfecto estado, y ya el año pasado había hormigas, tuvieron que cambiar la caldera, una casa de hace 30 años”, concluye Esperanza.
Un problema para los vecinos
Saturnino Vera, vecino de La Latina, y presidente de la Asociación de Vecinos del barrio, y explica en COPE los inconvenientes de estas viviendas: “Son infinidades de inconvenientes, las casas no son hoteles, no hay vigilantes. Un piso turístico está diseñado para que la gente vaya, cuando una vivienda se mete en una comunidad de vecinos, aparecen los candados donde se recoge la llave. Nadie sabe quién está entrando. Ya se ha dado casos de gente indeseable que usa esas viviendas para un uso poco legal, como droga o prostitución. Fastidian las cerraduras, te llegan a cualquier hora de la madrugada, y no hablar de las fiestas”.
Así, critica que “las viviendas tienen que tener entrada separada y eso no se cumple, el Ayuntamiento no lo cumple, y la Comunidad de Madrid no lo pide”.