La principal queja del comercio local ante los cierres: "Hay mucho consumo, pero..."
La Linterna quiso conocer la situación del comercio local por toda España, marcado por la cantidad de cierres y las dificultades que tienen muchos de ellos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La llegada de Internet y de las nuevas tecnologías ha complicado, y mucho, a los comercios locales. Los de toda la vida. Aquellos a los que íbamos y vamos nosotros, nuestros padres y puede ser que nuestros abuelos. Es el caso, por ejemplo, de la confitería y panadería Feni, en el barrio madrileño de Fuente del Berro, que ha cerrado sus puertas casi 80 años después, tras abrir sus puertas en 1945.
Ahora, la antigua confitería y panadería se va a transformar en un pequeño piso para turistas. Un final que, en muchos casos, no queda otra. Según los datos, en España cierran una media de 34 locales comerciales todos los días. Y esto es grave, ya que el 13% del PIB español y el 17% de todo el empleo de nuestro país viene del comercio local.
La caída, además, parece no tener fin. La Cámara de Comercio en España prevé que el 52% de estos negocios caerá en ventas en este 2024. Una situación nada agradable, y que lleva a medidas muy duras. Y a esto, los comercios dan su explicación de lo que viven.
"Digitalizarse no es la única opción": Lo que ocurre con el comercio
A pesar de lo que pueda parecer, el drama digital no es el único que viven estos comercios, aunque sí que tienen que lidiar con esta transformación. Uno de ellos es el de Felisa, que tiene una frutería. Para adaptarse a estos tiempos y tratar de lidiar con las grandes superficies, admite pedidos por teléfono y llevarlos a domicilio, ampliando su infraestructura.
Por ejemplo, el presidente de la Asociación Cántabra del Pequeño Comercio, Gonzalo Cayón, habla de que esta es una solución demasiado necesaria... y que en caso de ingenio, sale muy bien. "Nos encontramos con muchos casos de clientes que vienen de otras localidades. El mayor alcance del as redes sociales da esas posibilidades", explica a La Linterna.
Pero a otros no les queda otra opción para vivir que... existir. Mónica tiene una tienda de alimentación que creó después de que cerrasen la que había. Lo hizo porque no quedaba otra. "Sino, el pueblo se iba a quedar sin tienda. No quedaba otra", señala. Una situación difícil en muchos pueblos.
La gran queja del comercio local: "Hay consumo, pero hay que pagar mucho"
Una de las personas con las que habló Ángel Expósito fue Eduardo Morán, presidente de Comerciantes y Hosteleros de Chamartín, en Madrid, que reivindicó que el problema del comercio no es tanto el consumo: es el gasto.
"Pedimos que la administración analice. El público consume, pero tenemos empresas que facturan pero no son rentables. Si baja un poco el consumo tienes que cerrar. Tenemos que pagar impuestos, por supuesto, pero muchos de los esfuerzos son en impuestos, en permisos... tenemos que dedicar mucha parte del trabajo al tema de Hacienda y demás. Son todo costes que hacen que el negocio no sea rentable", explica a Ángel Expósito.
Y es que señala que lo llegan a pasar realmente mal. "Decimos que hasta junio no llegamos a ganar gana. A veces el autónomo gana menos que sus empleados. No decimos que no tengan derecho a ese sueldo, sino que te cobran todo y hay muchos impuestos. La administración se tiene que dar cuenta de que en ese embudo, gran parte de lo que se va va hacia la administración", señala.
Por último, cree que debe de haber un equilibrio entre el consumo local y el electrónico: "Cuando solo es comercio electrónico el conusmidor no está tan agusto. Que sea una mezcla. Que pueda pedirlo pero también pueda probarlo. Y en personas de más edad el comercio electrónico no tiene esa penetración. No es tan fácil en algunas edades"