El valioso negocio que ha reabierto un extremeño de 29 años en un pueblo de Burgos: "La gente lo necesitaba"
Ángel Expósito relata en el programa de La Linterna la historia de Carlos Rol, un chico de Don Benito que decidió cambiar su vida para ayudar a mil habitantes de una zona rural
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En un pequeño pueblo de Burgos, la reciente apertura de un establecimiento ha traído un rayo de esperanza para sus 880 habitantes. Nos situamos en Huerta del Rey, ubicado a una distancia considerable de Aranda de Duero, que había quedado sin este servicio vital hace ocho meses, sumiendo a muchos de sus residentes en la incertidumbre y la dificultad para acceder a sus básicos.
La historia detrás de esta iniciativa es tan inspiradora como conmovedora. Carlos Rol, un joven de 29 años y visitador farmacéutico en Madrid, tomó la valiente decisión de dejar atrás su vida en la gran ciudad para abrazar un proyecto que cambiaría no solo su destino, sino también el de todo un pueblo: reabrir la farmacia.
Según Carlos, la oportunidad surgió de una conexión inesperada. Una cliente en Madrid le informó sobre la situación de la farmacia en Huerta del Rey, y así comenzó su viaje hacia esta nueva aventura. "Fue amor a primera vista, tanto con el pueblo como con la farmacia", ha contado en el programa de 'La Linterna'.
De Don Benito a Huerta del Rey
Para Carlos, un cambio de vida de tal magnitud no fue fácil. Originario de Don Benito, un pueblo mucho más grande en la provincia de Badajoz, la idea de trasladarse a un lugar tan distante como Burgos inicialmente parecía inconcebible. Sin embargo, la cálida acogida y la amabilidad de la gente de Burgos lo convencieron de que este nuevo capítulo valía la pena.
Ahora, asentado en Huerta del Rey, se encuentra completamente inmerso en su labor como farmacéutico. A pesar de los desafíos que implica mantener una farmacia en un entorno rural, Carlos está decidido a hacer que este proyecto prospere. "El servicio que ofrecemos es aún más importante que el aspecto económico", señala.
Un servicio que está desapareciendo
El caso de este joven arroja luz sobre la situación de las farmacias rurales en toda España. Con más de 1200 farmacias en pueblos de menos de 1000 habitantes, la viabilidad económica de estas instituciones está en peligro. Sin embargo, personas como Carlos están demostrando que, más allá de los números, el papel de los farmacéuticos en las comunidades rurales es fundamental.
Para Carlos, Huerta del Rey ya no es solo un destino temporal, sino su hogar y su futuro. Su compromiso con la comunidad y su determinación para mantener la farmacia abierta son un testimonio del poder transformador de la dedicación y el servicio a los demás. "No es solo dar medicamentos a la gente, ya que muchas veces los mayores acuden a nosotros cuando tienen problemas menores. Necesitan un farmacéutico de confianza para poder hablar".