"Estos casos necesitan atención de por vida": Una psicóloga habla de los niños víctimas de violencia de género

La psicóloga Marta de Prado ha explicado en 'La Linterna' las secuelas que pueden sufrir estos niños y los métodos que existen para poder superar esta situación

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En los últimos días, se han producido dos crímenes horrorosos. En el primero un ingeniero y profesor universitario de origen sirio apuñaló a su mujer, tras esto, fue a buscar a sus hijos a una biblioteca cercana y después trató de arrojarlos al río Ebro, aunque solo él acabó en el agua. Solo un día después otro hombre asesinó a su pareja, tras esto se suicidó delante de su hijo de solo 12 años.

26 son ya las mujeres asesinadas este año por sus parejas. 6 de ellas en lo que llevamos de mes. Una de las consecuencias es que 27 menores han quedado huérfanos a causa de estos crímenes. De estos menores, algunos, como en los casos anteriores, han sido testigos de la crueldad de sus progenitores, algo que puede dejar efectos muy dañinos para una persona, como ha explicado la psicóloga Marta de Prado: “Pierden la capacidad de explorar el mundo, algo que a esta corta edad es muy importante. También pierden la capacidad de desear, por lo que no hay la capacidad de pensar en un futuro porque su mente se llena de esas imágenes traumáticas”.

Además, de Prado explica que esta experiencia puede causar problemas que afecten al día a día de los niños: “En el caso de los más pequeños puede haber un retraso en el crecimiento, como en el lenguaje, lo cual va a afectar a su rendimiento escolar. Eran niños con éxito en su socialización y su escolarización, y todo eso puede verse afectado. En el caso de los más mayores pueden aparecer problemas de hiperactividad, de falta de atención, de baja autoestima o de agresividad”.

Estos casos necesitan atención de por vida. Una psicóloga habla de los niños víctimas de violencia de género

La confianza y los vínculos: la clave de la cicatrización

Yo siempre digo que estos casos necesitan atención de por vida”, afirmaba la psicóloga. “Son huellas que quedan siempre y que en el mejor de los casos serán cicatrices que no sangren”. La manera de tratarlo es ayudándoles a generar confianza y buenos vínculos a nivel familiar, ya que “al niño le ha fallado uno de sus referentes. Lo que hay que conseguir es que las familias que los acojan generen buenos vínculos con ellos para que se sientan acogidos y queridos”.

En el caso de los tres niños del matrimonio sirio, su familia más cercana está en Alemania, donde llegaron huyendo de la guerra, y con ellos vivirán, ahora, su entorno seguro. Aquí Marta del Prado plantea una duda “¿Estamos seguros de que este sea un entorno estable? Hay muchos niños que cuando se encuentran en una de estas situaciones entran en un estado de 'Cómo sí', que se refiere a que actúan como si todo estuviese bien. Quizás lo que más impacto va a tener en ellos ahora va a ser la pérdida de sus profesores y de sus amigos en el cole”.

Con respecto a intentar entender la motivación de estos padres que intentan matar a sus hijos, la psicóloga comenta que “a veces puede suceder por falta de soporte, especialmente social y también lo que se conoce como filicidio altruista, es decir, que el padre pensaba que les estaba haciendo un favor quitándoles de este mundo”. Estos últimos suelen padecer una enfermedad mental, pero existe una premeditación, lo cual hace pensar a los expertos que no existe un brote delirante o alucinatorio, sino que realmente sabía lo que hacía.