Expósito alumbra la realidad del autónomo en España: "Tengo 70 años y no sé lo que es irse de vacaciones"
La Linterna responde desde Sevilla a las grandes preguntas sobre brecha salarial, temporalidad y lo que supone montar un negocio de hostelería
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hace unos días se conocieron los datos del paro del mes de febrero, que reflejaban una bajada en más de 7.400 personas. En total, en España hay 2.760.408 parados y la filiación a la seguridad social roza los 21 millones de ocupados. Son sólo cifras pero, tras los números, hay historias personales y cuestiones que plantear.
Este jueves La Linterna y Ángel Expósito se han lanzado a las calles de Sevilla para responder a las grandes preguntas sobre la situación laboral actual en España: ¿Por qué sigue existiendo la brecha salarial entre sexos? ¿Cuál es la realidad de los autónomos?
La realidad del autónomo en España
“Ser autónomo es ser un esclavo”, explica Luis, propietario de un taller en Sevilla que trabaja con vehículos 4x4. En España hay más de 3.300.000 autónomos. Según los datos del ministerio de trabajo 3 de cada 4 autónomos tienen más de 40 años y según la Organización Internacional del Trabajo, en España alrededor del 16% de la población activa trabaja por cuenta propia, cifras similares a las de Portugal. Muy por encima de Alemania donde el 10% de la población trabaja por cuenta propia y muy por debajo de países como Italia donde el 23% de trabajadores son autónomos.
Luis trabaja a la vez con hasta 12 coches, en un taller que está perfectamente organizado. Se lo enseña a Expósito y pasan a su oficina: Una mesa, un ordenador y dos sillas. “Tengo 2 trabajadores, pero yo trabajo todos los días, de lunes a domingo”. “Los mecánicos echan 8 horas y media cada día y, los viernes, 5 y media, más o menos 48 horas a la semana”. Eso sí, asegura que él no tiene jornada: “Mis vacaciones son los fines de semana, el puente de la Inmaculada, dos días de Feria... Yo no sé todavía lo que es irse 15 días de vacaciones, y tengo 70 años”.
Una de las características principales del autónomo es que tiene que hacer frente a muchos gastos. El primero de ellos es la cuota de autónomos: “Yo estoy pagando de cuota 27 euros, antes 300. Yo debería estar jubilado pero, como no me jubilo, pago 27”.
Cada tres meses tiene que pagar el IVA, lo que es un auténtica tortura para él, una tortura que tiene ya a la vuelta de la esquina: “En total se llevan 5.000 o 6.000 euros de IVA, pero aparte el IRPF o retenciones, llega a 7.000. Más los dos sueldos, 3.000 más 1.500 de seguros sociales”. Si has ido sumando ya te habrás dado cuenta que cada mes los gastos ascienden a unos 6.000 euros, más luz, agua, IBI al margen que eso también hace subir la cuenta.
6 de cada 10 autónomas declara ingresos inferiores al salario mínimo. Es decir, menos de 1.134. No tienen pagas extras ni bonus por productividad y, además, tienen que pagar módulos, cuotas, IVA, IRPF... Con tango gasto a Luis la verdad es que le dan ganas de dejarlo pero se resiste para no dejar en la calle a sus dos empleados: “Yo sigo con esto por mis trabajadores”.
La brecha salarial entre hombres y mujeres
La brecha salarial en España ha aumentado por primera vez desde 2017, las mujeres cobran de media un 20% menos que los hombres, según los últimos datos oficiales de la Agencia Tributaria. En términos absolutos el sueldo medio anual de los hombres se sitúa en los 25.137 euros y el de las mujeres en 20.138 euros, 5.000 euros menos.
Si hacemos la comparación en jornadas laborales, en términos relativos significaría que las mujeres trabajan 73 días gratis. Mismo horario, misma responsabilidad o categoría laboral y menor sueldo. Existe una ley de igualdad salarial pero no se está cumpliendo. Tampoco, por cierto, en el sector público.
Encarni trabaja en la empresa pública de la vivienda de Sevilla y es abogada: “Conforme vamos avanzando en grupos salariales en nuestra escala lo ocupan hombres. El perfil de mujeres es de administrativa y el de hombre es técnico o directivo”. Explica que la diferencia puede ser de 15.000 euros entre administrativa y un técnico y, con directivos, de 40.000 euros.
En la capital hispalense la diferencia entre lo que cobra un hombre y una mujer se sitúa en el 31,3%: una mujer gana 5.315 menos al año. Pero cuando hablamos de brecha salarial no solo hablamos de la diferencia a la hora de cobrar, también lo que se deja de cobrar: “incide mucho el tiempo que las mujeres dedicamos a los cuidados. Por ejemplo, las excedencias las solicitan siempre las mujeres”, subraya Encarni en La Linterna.
Y es que el 85% de las excedencias en el primer trimestre de 2023 las pidieron mujeres. De las casi 55.000 que se solicitaron, 46.000 fueron para mujeres. Además, por cada hombre que se ha acogido a esta modalidad laboral por cuestiones familiares hay más de 12 mujeres.
El problema de la temporalidad
Según la Encuesta de Población Activa, hay 352 mil mujeres en esta situación mientras que los hombres son 28.0000. Celia es trabajadora de ayuda a domicilio, cuidadora, y asegura a Expósito que “ya no es la temporalidad, el problema son las jornadas parciales”. “En mi empresa, y en la mayoría, sólo el 10% tiene jornada completa”.
Uno de los sectores con más temporalidad y, por cierto, con mayor número de mujeres: “La gente mayor suele solicitar que sean mujeres la que les cuiden y que sean las mujeres las que limpien en sus casas porque creen que los hombres no lo van a hacer bien”.
Apenas llegan al Salario Mínimo Interprofesional y reclaman más atención. Bajas, muchas por maternidad pero también por el tipo de trabajo. Y es que brecha salarial también es trabajar en peores condiciones: “Tenemos una alta tasa de bajas en la empresa porque, aparte, como son domicilios privados no tenemos materiales adecuados para trabajar”, explica Celia.
Montar un negocio de hostelería en España
En la Casa de los Cristalitos, en una taberna de 1868, Antonio Castro es propietario de Casa Román. Su padre llegó a Sevilla con 14 años desde Guijuelo. Ahora, reconoce, ha cambiado mucho el trabajo: “antes se trabajaban muchas más horas, lo de antes era una esclavitud, mi padre me dijo que llegó a dormir bajo un mostrador y se tapaba con un saco”.
La media de hora de sus trabajadores ahora es de 40 horas al 99%, salvo un empleado que trabaja 20 horas. “No hay gente para trabajar, pero no sólo en la hostelería, ahora no encuentras un profesional carpintero, ni aprendices”, critica Antonio con Expósito. Así, pone en valor la mano de obra inmigrante: “Los hosteleros aquí hace 20 años hicimos un contrato en origen, hablamos con el Ministerio y se trajo personal de Marruecos, se le formó, y salieron algunos bastante buenos”.
Sobre los impuestos, asegura Antonio que no da abasto: “las tasas nos tienen agobiados, pero es lo que tenemos, la gente cree que va bien porque el bar esta lleno pero, vente en enero”. Cuenta que su padre decía que costaba mucho “abrir la persiana”. Otra pata, apunta, es la “paguita” respecto al personal de trabajo: “Pero tengo que decir que va evolucionando, antes no se pagaban horas nocturnas ni festivos y, nosotros al menos, somos los primeros que lo pagamos”.
Por último, considera “imposible” la propuesta de Yolanda Díaz de cerrar antes la hostelería por la noche: “Esto no es Bruselas, la gente sale en ciertos períodos del año a las 9 de la noche, nosotros estamos cerrando a las 12 de la noche, empleados que se van a las 11, y es porque van rotando”.