Gustavo Vega: "Se sabe que los asesinos de Villavicencio son sicarios colombianos que obedecen a cárteles"

El rector de la Universidad Internacional del Ecuador critica en La Linterna la "falta de seguridad" en el acto en el que asesinaron al candidato presidencial ecuatoriano

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Fernando Villavicencio, de 59 años, tenía muchas posibilidades de poder llegar a ser el próximo presidente de Ecuador este miércoles, cuando salía de un mitin e iba a entrar en su coche en Quito. Pero lo acribillaron a balazos. Varias balas impactaron en su cabeza y murió. Enseguida llegó al hospital vivo, pero poco después se comunicó la noticia de su defunción.

Fernando Villavicencio había prometido hacer penitenciarías en las que fuera prácticamente imposible que nadie pudiera escaparse, que fueran de máxima seguridad. Precisamente, el narco fue lo que menos le gustó. Por eso se piensa que en el atentado pudo haber estado involucrado en narcotráfico. Villavicencio era un hombre de derechas cercano al presidente de la República a Guillermo Lasso, que quería llevar una mano dura para acabar con la inseguridad.

El cuerpo del candidato presidencial Fernando Villavicencio es trasladado a una funeraria en Quito

Fotografía de la carroza fúnebre en el cual es trasladado el cuerpo del candidato presidencial Fernando Villavicencio / EFE

“Se sabe que los asesinos son sicarios colombianos”

Gustavo Vega, rector de la Universidad Internacional del Ecuador, aseguraba este jueves en La Linterna que “se sabe extraoficialmente” que los asesinos de Villavicencio “son colombianos, sicarios, doctrinarios del narcotráfico internacional que obedecen a capos no sólo nacionales, sino en el engranaje internacional que, a su vez, obedecen a los cárteles, especialmente el de México”. Vega denuncia que “era de predecir” que, siendo el candidato mas frontal contra la corrupción y el narcotrafico “el saldo iba a ser tenebroso, como lamentablemente ocurrió”.

Así, el recor universitario ha querido criticar la falta de seguridad durante el mitin en el que se produjo el ataque. “Hubo fallos graves del gobierno nacional al haberle ofrecido una línea de protección tibia y nada inteligente, respecto de cómo custodiar a una persona bajo amenaza”, criticaba en COPE. “Debía haber sido colocado en la cochera del edificio del mitin, vigilado por todos los frentes, muy poca sabiduría, una corriente insulsa de protección criolla doméstica muy poco manejada de forma técnica, que contribuyó a que ocurriera el magnicidio”.

Además, Vega asegura que el estado del país “es de terror, ni siquiera de miedo, de pánico”. Sobre el escenario en el que se produce el crimen, Vega destaca que “la media está en 24 homicidios por cada 100.000 personas, especialmente en Guayaquil y en la frontera con Colombia, en Esmeralda, donde hay 35 muertes violentas por cada 100.000 habitantes”.

Los tres problemas de Ecuador

Según explicaba este jueves en La Linterna el periodista Alberto Peláez, son tres los problemas fundamentales. “Por una parte, una enorme inestabilidad política y especialmente una violencia política casi sin precedentes”, explica. Recuerda el experto en la sección El Foco que ha habido varios asesinatos de candidatos, además del de Fernando Villavicencio.

El más famoso fue el de Agustín Intriago, del alcalde de la ciudad de Manta, en un ataque de sicarios donde también perdió la vida una deportista. También en julio River Sánchez, candidato a diputado, fue balaceado cuando cuatro sujetos le acribillaron. Por otra parte, está el narco. “Por ubicación, Ecuador está siendo un país muy interesante para los narcotraficantes, fundamentalmente porque tienen puertos como el de Guayaquil, el de Esmeralda o el de Manta que son propicios para poder transportar la droga y hay un escaso control por parte del Estado sobre el territorio marítimo y aéreo.

Según Peláez eso hace de Ecuador un país muy atractivo para los narcotraficantes. “De hecho, parte del cártel de Sinaloa mexicano está también afincado en Ecuador”. En tercer lugar, está la guerra contra las drogas y las prisiones afinadas. En los últimos años ha habido varios motines en cárceles ecuatorianas que han dejado 400 muertos desde el 2021. “Es no es una cifra menor, por eso el presidente Guillermo Lasso está elevando el número de policías hasta 82.000”, añadía Peláez.

Fernando Villavicencio había prometido hacer penitenciarias en las que fuera prácticamente imposible que nadie pudiera escaparse, que fueran de máxima seguridad. Precisamente, el narco fue lo que menos a lo que menos le gustó. Por eso se piensa que en el atentado pudo haber estado involucrado en narcotráfico.

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