EN 'LA LINTERNA'

"Ya no hará falta coger un avión para viajar a La Habana: la tenemos en el salón de casa"

 Jorge Bustos trae a La Linterna al bueno, feo y malo de la semana: Pablo Casado, Meritxell Batet y el Consejo de RTVE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cada semana bajo el sanchismo es pródiga en diversiones e indignaciones, pero esta semana el que más nos ha divertido es el PP, las cosas como son. Este experimento sociológico y político en que han consistido sus primarias arrojan un resultado provisional y desde luego no despejan las muchas dudas que conservamos sobre la posibilidad de que el PP se levante unido y compacto para hacer oposición al Gobierno Frankenstein de Sánchez a partir del mismo día 20, fecha de su congreso extraordinario. Sin embargo, de esta catarsis interna podemos extraer algunas lecciones valiosas, y la primera tiene que ver con el bueno de la semana, que es aquel que quedó segundo en el orden de preferencias de la militancia.

El bueno: Pablo Casado…

Su pase a la final, con las muchas posibilidades de triunfo final que le concede la negociación del trasvase de apoyos de Cospedal para impedir que gane su archienemiga Soraya, es el premio con que la fortuna ayuda a los audaces. Nadie esperaba que Casado se lanzase a la carrera. No contaba con el apoyo del aparato, no le arropaba ningún ministro, su expediente académico estaba siendo investigado no solo en los periódicos sino también en los tribunales, su juventud parecía generar recelo en un partido habituado al poder maduro de las viejas jerarquías y además estaba Feijóo, que aún no había pegado la espantada. Pero contra todo eso, Casado dio un paso adelante, a pecho limpio, con las armas únicas de su elocuencia y su ilusión de futuro. Y muchos militantes le han seguido, porque la voluntad de liderazgo no entiende de edades sino de convicciones, y Casado ha sabido transmitir la solidez de las suyas. Pasará lo que pase, pero su gesta tiene ya el aroma de rebeldía propio de estos tiempos políticos de rechazo a lo establecido y previsible. Ojalá el futuro PP se contagie de ese impulso, porque España necesita ya mismo su oposición.

La fea: Meritxell Batet

A quien Pedro Sánchez parece haber encomendado la fea tarea de poli bueno, casi de poli cómplice, del nacionalismo separatista. Solo así se explica que la ministra de Política Territorial del Gobierno de España, es decir, aquella voz que más celo debería poner en combatir el discurso rupturista de los hispanófobos, declare que Quim Torra tiene derecho a hablar de todo en Moncloa con Pedro Sánchez, y que Cataluña exige un tratamiento específico, o sea, mejor que los demás. O sea, lo contrario de la igualdad que se supone que predica el socialismo desde que se fundó en el siglo XIX. ¿Es Batet socialista o tiene tendencia al soberanismo camuflado? Ella ha negado que exista el derecho de autodeterminación, pero su partido, el PSC, adoptó en su día el maldito derecho a decidir que nos ha llevado hasta el golpe. Solo espero que Torra salga de Moncloa tan decepcionado como salió Artur Mas de aquella reunión con Rajoy. De lo contrario, sabremos que este Gobierno está traicionando lo más importante que debe defender: la unidad, la igualdad y la libertad de todos los españoles.

El malo: el nuevo consejo de RTVE, en grupo

Una jaula de grillos morados y amarillos, radicales de distinto signo que han desembarcado en la radiotelevisión pública para satisfacer a los socios de censura de Sánchez, que paga así su alquiler en La Moncloa hasta 2020 y de paso se compra, con nuestro dinero, un formidable aparato de propaganda personalista a mayor gloria de él mismo. La mitad de España –PP y Ciudadanos- está ausente de ese Consejo sectario, donde ya les pagamos el sueldo a consejeros elegidos con mimo por su odio amargo a España, a la monarquía, la economía de mercado y la libertad individual. De momento Willy Toledo no presenta Informa Semanal, pero todo se andará. Ya no hará falta coger un avión para viajar a La Habana, Marta: la tenemos en el salón de casa.

Temas relacionados