La historia de feminismo de una familia de carniceras de Ciudad Real: "Aquí mandan las mujeres"

Raimunda, Amparo y Rosario cuentan a Expósito cómo llevan dirigiendo el negocio que la matriarca heredó de su suegro hace 60 años

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En el 8 de marzo, Día Internacional de la mujer, La Linterna ha querido distinguir a las mujeres corrientes que escriben la historia. Mujeres que con esfuerzo, tesón, mucha voluntad y con un cariño infinito a su familia, han superado barreras.

Una de esas mujeres es Raimunda Martínez que, hasta hace unos años, regentaba una carnicería en Villarrubia de los Ojos, provincia de Ciudad Real. Allí se encuentra la 'Carnicería Flores' aunque, ahora, en el cartel pone 'Carnicería Joaquín e hijos'. En ese local creció Raimunda ayudando a sus padres. Hoy, tras el mostrador, está su hija Amparo, su nieto José Joaquín y su mujer Inma, y la nieta de Raimunda, Ángela, que está a punto de ser mamá. También echan una mano su otra hija Rosario y su nieta Rosario.

Raimunda Martínez, matriarca de la familia que regenta Carnicería Joaquín e hijos

Raimunda Martínez, matriarca de la familia que regenta 'Carnicería Joaquín e hijos' desde hace casi 100 años

60 años dedicados a una carnicería

“Llevo 60 años en este local”, cuenta a Expósito. “No siempre hemos estado haciendo morcillas, eso sólo es de hace 20 años”. Eso sí, el secreto de la famosa receta es “cariño”. “Cuando empecé era un mostrador de obra, poníamos la carne encima, no tenía nada que ver con lo de ahora”. Cuenta en COPE que no era habitual que las mujeres trabajaran en carnicerías y que, al casarse, comenzó como ama de casa, hasta que pasó a ayudar a su marido, que había heredado el negocio de su padre.

A Raimunda ni siquiera le pagaban cuando empezó en la carnicería: “Nada, por la familia, esa es la realidad. Cuando empezó mi suegro a pagarle a su hijo se incluía al hijo y la nuera”. Una mujer que nunca se ha movido de su pueblo y, mantiene, nunca lo hará: “Me gusta muchísimo mi pueblo, me encanta”. Amparo, su hija, tiene 60 años y nació en la carnicería: “Lo mejor es trabajar en familia, mis hijos están trabajando en su casa, aunque también tiene sus inconvenientes”. Recuerda ver a su madre de niña. Antes, asegura, no había cámaras, sólo el mostrador de mármol, y metían la carne en una cueva y en un pozo. “Los pollos estaban colgados del techo”, recuerda.

@cope_es ??"Empecé como #ama de #casa, luego aprendí el #oficio. No trabajaban tantas #mujeres como ahora" ?? Es la #historia de #Raimunda Martínez, #carnicera y #dueña de su #negocio desde hace más de 60 #años ???En 'La Linterna' queremos conocer, en este #8M, la vida de miles de #mujeres que han escrito y escriben la historia de #España ? sonido original - COPE

Los políticos y la revolución feminista “a veces se pasan”

La familia de Raimunda siempre han sido autónomos, pasando por su yerno y su nieto. Rosario, la otra hija de Raimunda trabajaba en la carnicería hasta hace unos años cuando, una lesión de espalda, le obligó a retirarse. “Cuando empecé a trabajar aquí todavía ni hablaba, estaba en el mostrador esperando para decirle a los clientes 'chicha o pollo'. Mi padre iba con el ganado y yo con él”.

Confiesan ambas que nunca se han sentido discriminadas como mujeres por haberse dedicado toda su vida a trabajar en una carnicería. “Los políticos y la revolución feminista hay veces que se pasan”. Ellas cuentan que, como su madre, tampoco tenían sueldo, si no que han repartido siempre los ingresos en partes iguales. “En esta familia siempre han mandado las mujeres”, sentencia una de las hijas de Raimunda, que señala a su madre como la auténtica jefa: “No fuimos buenas estudiantes, pero siempre fuimos buenas trabajadoras”, cuentas las hijas.

Rosario y Amparo, hijas de Raimunda, en la carnicería Joaquín e hijos

Rosario y Amparo, hijas de Raimunda, en la carnicería 'Joaquín e hijos'

Ángela, nieta de Raimunda e hija de Rosario, está a una semana de dar a luz. Tendrá a su hijo en Madrid y trabaja en la carnicería con sus primos: “Ahora estoy en casa y es raro para mí, porque no estoy acostumbrada”. Asegura que quiere seguir trabajando y que lo hará después de un tiempo cuidando a la pequeña.

Temas relacionados