Las esposas del ISIS: víctimas de un engaño sin escapatoria

Algunas de estas mujeres tomaron la decisión sin ser conscientes de las consecuencias

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Imagínate esta situación. Eres mujer, y el ISIS te enseña sus garras. Y ojo porque esas garras te gustan, no te parecen crueles. ¿Qué pasa? Que al final caes, te convencen, cedes y pones rumbo a Siria.

Pues esta película se ha repetido más de los que piensas. Ha sido la vivia por miles de mujeres, muchas de ellas de origen europeo. Al problema de ver su vida completamente destrozada se le suma otro cuando se arrepienten, cuando abren los ojos y quieren volver a casa. Lo tienen muy crudo.

Un artículo firmado por J.M López en 'El Confidencial' ha vuelto a poner en el candelero mediático el horror terrorista. En este caso, la historia de estas mujeres. Nuestro compañero ha estado en el campo de desplazados de Al Hawl, en la provincia de Hasaka, al noreste de Siria. Allí, se concentran tiendas de campaña de las llamadas 'esposas del ISIS'.

Quiero presentarte a una de ellas. Se llama Lisa Andersson, tiene 29 años y es de Suecia. Llegó a Siria. Un añito antes del nacimiento del Estado Islámico. En un principio, comenzó viviendo en Raqqa, la que fue capital del llamado 'Califato', pero luego se trasladó durante un tiempo a otras ciudades. ¿El motivo? Conforme los yihadistas perdían territorios ella también tenía que desplazarse con su marido. Ahora Lisa se enfrenta a esto: su esposo está en la cárcel... es terrorista y ella vive en ese campo de refugiados con hijos a su cargo. Todo esto en unas condiciones pésimas.. ya puedes imaginarte como viven. Un lugar en el que se aglutinan otras familias del terror como la de Lisa.

Algunas de estas mujeres como Lisa, tomaron la decisión sin ser conscientes de las consecuencias. Pero ahora, tras la pérdida de territorios por parte del ISIS y totalmente desamparadas, nadie quiere hacerse cargo de ellas. Si vuelven a su país es más que probable que tengan que enfrentarse a un juicio por terrorismo y si no lo hacen, tendrán que seguir viviendo en la miseria de los campos de refugiados. Son las esposas del ISIS, víctimas de la guerra de un engaño del que ya no pueden escapar.