La Linterna analiza a dónde van los migrantes que llegan a la península desde Canarias

Patricia Fernández, abogada, explica a Expósito de qué depende que unos inmigrantes vayan a un lado o a otro

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El trabajo de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil no para. En la mañana de este viernes llegaban a la isla de El Hierro tres embarcaciones. La primera fue detectada a 18 kilómetros al sur de La Restinga con 243 personas. La segunda, también localizada al sur de la isla, transportaba a 81 mientras que la tercera llevaba a bordo a 122 ocupantes. En total, 446 inmigrantes, entre los que se encontraban 47 menores que, afortunadamente, estaban en buen estado de salud.

La isla de el Hierro está desbordada por lo que el Gobierno ha acelerado los trámites para trasladar a los inmigrantes a la Península. Una decisión que está permitiendo dar un poco de oxígeno al trabajo de recepción de inmigrantes que se realiza en la isla.

No hay cifras oficiales pero desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones han confirmado varios viajes en avión a diferentes puntos de nuestro país. Se trata de vuelos de dedicación exclusiva sin presencia de otros viajeros. Tan solo va a bordo un equipo policial para salvaguardar la seguridad durante los trayectos. Pero, ¿a dónde irán esos migrantes?

Escoltan a un cayuco con 23 migrantes al puerto de Los Cristianos (Tenerife)

Salvamento Marítimo escolta a un cayuco con 23 migrantes de origen subsahariano / EFE

¿Cuál es el protocolo de distribución?

Se espera que en los próximos días sigan produciéndose este tipo de viajes a diferentes puntos de España. Unos trayectos que están enmarcados en un protocolo que nos explica el abogado experto en migraciones David Melián: “El Ministerio del Interior autoriza el traslado de las personas hasta territorio peninsular y, una vez allí, el Ministerio de Inclusión es el que se encarga de su distribución en los distintos dispositivos de acogida humanitaria. Existen una serie de manuales que son los que se aplican desde la llegada y también en la península”.

Cientos de inmigrantes han estado sobre todo durante la madrugada viajando en avión a la península. Cada una de estas personas tiene que cumplir con diferentes criterios que van a definir su destino final. “Dependen, por una parte, de las plazas disponibles y, por otra, del grado de vulnerabilidad. Actualmente el tiempo medio de estancia en los dispositivos de acogida humanitaria es de un mes, pero estos plazos se amplían si se detectan vulnerabilidades”.

El proceso de traslado

Patricia Fernández Vicens, abogada experta en infancia y Migraciones, explica en La Linterna que los procesos de distribución “no son novedosos” y que están recogidos en un “Real Decreto”. “Lo que se hace es trasladar a las personas a programas de atención humanitaria que ya están dotados y que están autorizados por la mayor parte de las consejerías de servicios sociales de las comunidades autónomas”. “Es una situación sistematizada y que se viene trabajando desde hace muchos años”, subraya.

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Así, explica cómo es el proceso: “Se traslada a la persona y es recibida por un equipo multidisciplinar que vendría a hacer lo que dice el Papa Francisco: acoger, proteger, promover e integrar”. Asegura la abogada experta en migraciones que la mayor parte de estas personas se marchan de este programa porque tienen redes sociales, casi siempre en territorio europeo, como Francia o Bélgica. “Hay un grupo que probablemente se quede en estos centros porque sean de alta vulnerabilidad, porque son menores o son víctima de trata de seres humanos”.

Pero, ¿cómo se decide a qué parte de la península van? “Los técnicos del Ministerio de Inclusión valoran las solicitudes que se hacen de Canarias, Ceuta o Melilla y los programas están especializados por jóvenes, mujeres... Cada entidad que gestiona este tipo de programas tiene una especialización. Se hacen los traslados peninsulares en función de las necesidades de las personas”, comenta a Ángel Expósito.

“Lo que es sorprendente la diferencia de tono en lo enfadado que está todo el mundo porque estén llegando personas que han entrado por la frontera sur; y la diferencia de tono de cuando recibimos a 400.000 personas ucranianas que, en sólo 4 meses, registramos a 180.000 personas y les dimos documentación”, critica.

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