'La Linterna' de Expósito sale a la calle a aplaudir a los profesionales que pelean contra el coronavirus
Nuestros sanitarios son la primera línea de defensa frente al virus que se está llevando a la generación que alumbró la democracia
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Todas las tardes a las ocho en punto los ciudadanos salen a la calle a aplaudir a los sanitarios que día y noche pelean contra el coronavirus. Mientras los ciudadanos permanecen en sus casas guardando el confinamiento, médicos, enfermeros, geriatras, anestesistas y un largo etcétera de profesionales más combaten al monstruo que en España ya se ha cobrado la vida de 849 personas en las últimas 24 horas. Desde que la pandemia llegó, han muerto 8.189 personas. El país triplica así en muertes oficiales a China, mientras el número de contagios se dispara hasta casi los 95 mil.
Los profesionales sanitarios no dan abasto, pero continúan al pie de las camillas improvisadas en hospitales de campaña que recuerdan a tiempos pretéritos. Y lo hacen con escasez de medios, sin equipos de protección ni mascarillas al mismo tiempo que se levantan morgues en edificios que antes rebosaban vida.
El Ejército, y más concretamente la UME, está dando todo lo que puede y más para desinfectar centros de mayores, parques y calles. El objetivo es contener al máximo al bicho.
Junto a ellos el resto de profesionales que desempeñan actividades esenciales para que el país no colapse, como dependientes de ultramarinos, taxistas, camioneros o personal de limpieza.
EXPÓSITO, CON LA UME
Este martes en la 'Linterna' de COPE, encendida, como cada noche, por el genial Ángel Expósito, también nos hemos sumado a los aplausos. Esta vez, desde la calle Recoletos, pese a la lluvia que desde primera hora del día ha caído en la capital, también epicentro de los contagios.
Pero ni siquiera la lluvia ha frenado los gestos de agradecimiento. Razones no nos faltan. Nuestros profesionales son la primera línea de defensa frente a este virus que se está llevando a la generación que ha construido un país, la misma que alumbró la Constitución de 1978, que pudo con ETA y con la crisis del 2008.
Por nuestros sanitarios, por nuestros militares, por nuestros mayores; por el presente y el futuro del país. Gracias de todo corazón.