Mateo Colmenares, desde Alepo: "Ves un edificio destruido y no sabes si es por el terremoto o por la guerra"
El misionero venezolano atiende a La Linterna desde la ciudad siria donde al menos han muerto 3.000 personas, aunque muchas más han desparecido
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En Alepo se estima que al menos 3.000 personas habrían muerto aunque seguro que son infinitas más las que permanecen bajo los escombros. Mateo Colmenares es un misionero venezolano que trabaja como voluntario con los Padres Salesianos en la ciudad siria y, desde allí, explica a La Linterna que la situación actual es la de negocios cerrados, desesperación por la subida de los precios de los alimentos, la falta de trabajo y el frío.
“Hoy salí a la ciudad y veía ese estado de desolación pero puedes ver un edificio derruido y te preguntas si fue el terremoto o fue una bomba de la guerra de hace 4 años. Hay muchas estructuras que todavía siguen destruidas y, si eso fue hace 4 años, ahora menos se le va a ayudar a esta pobre gente”, reconoce a Ángel Expósito el misionero salesiano.
“La gente pide comida y dinero para reparar sus casas”
Mateo Colmenares explica en COPE que, a la hora de atender y ayudar a las víctimas del seísmo, “primero se abren las puertas y los brazos a todas las personas que van llegando”. Comenta a Ángel Expótio que al principio llegaron hasta 200 en busca de ayuda y refugio pero que, hasta hace poco, han llegado a albergar hasta a 500 afectados por el terremoto.
Pero, ¿qué les piden las personas que llaman a su puerta?: “Los afectados piden comida, que no es que escasee, es que es muy cara. También ropa y algo de ayuda económica para poder arreglar las casas”, asegura.
Por qué algunas ciudades sirias no reciben ayuda
Sobre las ciudades al norte, las controladas por los rebeldes, Colmenares lo define como “el infierno y la soledad”: “La gente queda desamparada, los muertos debajo de los edificios porque no hay maquinaria ni hay gasolina para ello”. De hecho, explica el misionero que algunas ni siquiera reciben ayuda de ningún tipo porque están controladas por los kurdos: “Hoy pasaba por una comunidad que las casas estaban derruidas y me decían que no tenían ayudas porque esas ciudades están controladas por los kurdos”.
Por último, el misionero venezolano asegura que, de acuerdo a las ayudas que van llegando, tendrán “para un mes o mes y medio, pero hay ciertas iglesias que ya están cerrando porque no tienen comida”.