Por qué las mujeres se emancipan de casa en España antes que los hombres y en qué región lo hacen menos

Expósito analiza los factores detrás de los problemas de vivienda de los jóvenes y si hay realmente un cambio en la mentalidad

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Miles de jóvenes españoles están convencidos de que independizarse y formar una familia, hoy por hoy, es una misión imposible. La crisis laboral, la inflación, la pandemia en su momento... Todo son factores que han frustrado las expectativas de nuestros jóvenes, frustrando sus horizontes vitales y con ello, la esperanza de que a base de esfuerzo conseguirían una vida mejor.

De hecho, cursar estudios superiores, que durante décadas fue uno de los factores que suponía un ascenso social, ya no garantiza poder emanciparse a la generación que mejores oportunidades ha tenido. Ahora mismo, 7 de cada 10 jóvenes con estudios siguen viviendo en casa de sus padres. Según el Observatorio de Emancipación, de media, los españoles se van de casa a los 30,3 años.

Esto quiere decir que a mediados de 2023, poco más del 16% de los menores de 30 años estaban emancipados, mientras que en Europa nos doblan el número.

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Por qué las mujeres se emancipan más que los hombres

Un dato que llama la atención es que las mujeres se emancipan más que los hombres, hay un 6% de diferencia. Eso se explica porque ellas optan mucho más por compartir piso. Sin embargo, el número de hombres que se emancipan en solitario dobla al de las mujeres. Por comunidades autónomas, las peores cifras las encontramos en Cantabria, Andalucía y Castilla la Mancha mientras que en Cataluña o Madrid, donde los precios son mucho más elevados, la emancipación está por encima de la media.

Maria Jesús Lago, profesora de geografía humana de la Universidad CEU San Pablo y especialista en demografía y urbanismo, asegura en La Linterna que el problema de la emancipación “es una cuestión de mentalidad, pero también es cierto que la situación que tienen ahora mismo es que están atrapados en casa de los padres”.

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“No nos engañemos que los jóvenes quieren ser independientes, pero que tengan que aportar casi el 100% de su salario en poder tener una vivienda, pero también hay un factor sociológico que está relacionada con el status que queremos vivir”, explica. Y es que tiene que ver con los ratios de calidad de vida que los jóvenes aspiran “son cada vez más altos”, según Lago y, si se independizan, no los tienen. “Prefieren vivir en un hotel con todo pagado que la libertad de vivir solo pero en precario”.

“Hay un cambio de mentalidad en la gente joven. De hecho, cuando piensas en un proceso de emancipación piensan en unos niveles de calidad de vida altísimo. Poder salir, socializar, una buena televisión, coche propio... ” Recuerda que sólo en una vivienda dedican casi el 100% de su salario medio según el INE y, si comparte piso, es más del 50%.

Demográficamente es terrible porque retrasa la edad de tener hijos y provoca esa caída tremenda que tenemos en la natalidad. Empiezan a estar independizados a partir de 30 años, en la que forman pareja estable 33 y la edad media de tener hijos en España supera los 33. El período biológico se acorta tanto que se tienen 1 o ningún hijo.

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Un problema histórico en España

En la actualidad, uno de cada cinco menores de 30 años, con empleo, es pobre o corre el riesgo de caer en exclusión social. Y por supuesto, la tasa de paro juvenil sigue disparada. Uno de los problemas: los bajos sueldos. Segundo problema: la precariedad laboral. Una de las explicaciones que se han dado para hablar de la temporalidad en España es que existen muchos sectores estacionales, que necesitan hacer contratos temporales para sobrevivir. El ejemplo que más se utiliza es el de la hostelería. Sin embargo, España es el tercer país de la Unión Europea con mayor tasa de temporalidad.

José García Montalvo, es experto en Economia Aplicada y Vivienda, y explica que en realidad se trata de un problema que el país arrastra desde hace tiempo. “La edad de emancipación en España siempre ha sido altísima, este problema lo llevamos arrastrando desde hace tiempo”, explica.

Por ello, arroja luz sobre una comparación que muestra que la tendencia se ha roto: “Cuando el empleo juvenil mejoraba, la tasa de emancipación mejoraba, como entre 2000 y 2007. Pero ahora el paro juvenil baja y la edad de emancipación sube, es algo raro”.

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