El proceso psicológico por el que pasan los migrantes con el que te sentirás identificado: "Es muy similar"

La neuropsicóloga, Aurora García Moreno, explica en La Linterna cuáles son las repercusiones psicológicas de las personas que se ven obligadas dejar su país

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Casi un 40% de las personas que se ven obligadas a migrar tienen problemas de salud mental. Se trata de ansiedad, estrés o depresión ante una situación que ellos no han buscado. En el norte de Colombia, Ángel Expósito estuvo hablando con Paul y Katy y su hija de 10 años, antes de que comenzaran su travesía por la peligrosa selva del Darién. Querían atravesar la frontera entre Colombia y Panamá para llegar a Estados Unidos.

Paul, Katy y la pequeña Ariana tratan de llegar a Estados Unidos atravesando la selva de Darién

Ellos son ecuatorianos y huyen de una grave crisis de seguridad. Un conflicto, una guerra o problemas económicos hacen que familias enteras cojan lo poco que tienen y se jueguen la vida. Es el caso de Darryl, un inmigrante venezolano que el director de La Linterna conoció en Necoclí.

En esa selva del Darién encuentras familias enteras y muchos niños que no entienden nada y que sufren las consecuencias de estar semanas en riesgo.

La salud mental de los migrantes

La neuropsicóloga, Aurora García Moreno, explica en La Linterna cuáles son las repercusiones psicológicas de las personas que se ven obligadas dejar su país: “Estas personas suelen manifestar altos niveles de ansiedad, estrés, mucha dificultad para conciliar el sueño y, según pasa el tiempo, van a sufrir estrés postraumático y depresión”. Aurora advierte que estas emociones que experimentan son consecuencias de la incertidumbre sobre el futuro y cómo va a ser la adaptación a otra cultura.

Todos los migrantes sueñan con una vida mejor que, en la mayoría de los casos, es muy complicado conseguir. La neuropsicóloga apunta a que esta esperanza “es un mecanismo que tiene la mente para salir de este paso, porque si no sería insufrible”.

Entre los factores que influyen para una buena adaptación tras esa migración están el acogimiento del nuevo país, la personalidad que uno tenga, las semejanzas o no en la cultura o la edad. Aurora cuenta que uno de los principales factores para una buena adaptación reside en el apoyo de los servicios de salud mental “para evitar padecer trastornos” derivados de este proceso.

En qué consiste el duelo migratorio

Al igual que un duelo tras la pérdida de un ser querido, los sentimientos que se experimentan son parecidos, con la diferencia de que es parcial, porque su país y su cultura continúan: “Se pasa por una primera fase de negación -como si nada ocurriera-, se comienza a tomar consciencia de la decisión que se ha tomado, seguido de un sentimiento de rabia por todo lo que dejan detrás y aquí comienza el miedo y la incertidumbre al futuro”. Después de haber pasado por estas fases se acaba llegando al momento de la aceptación “en el que destaca el sentimiento de gratitud por las nuevas oportunidades que les da el lugar”.

Las redes sociales, el engaño que anima a miles de migrantes por la selva del Darién

EFE/ Bienvenido Velasco

¿Qué es el síndrome de Ulises?

El síndrome de Ulises no es un trastorno psicológico, sino que es un cuadro con unos síntomas, como ansiedad o depresión, que vienen dadas por la incertidumbre que sufre el migrante: “Es más común este síndrome en aquellas personas que viven sin un apoyo social y con unos síntomas psíquicos al límite de un trastorno mental, por lo que necesitan ayuda psicológica para evitar que caigan en el trastorno”.

Para concluir, Aurora García Moreno explicaba si se puede, de algún modo, reducir el impacto psicológico de la migración: “Hablo con muchas personas que han tenido que marcharse de sus lugares de origen y dicen que en cuanto han tenido un trabajo ya se han sentido realizados y han sido capaces de comenzar a crear una identidad como personas”.

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