Un profesor de Zaragoza enseña un juego en la hora de comer y, 40 años después, hacen una película de ello

Expósito cuenta la historia de Enrique Sánchez, un maestro que llegó en 1982 a un colegio zaragozano de barrio obrero y cómo inspiró una película para los cines

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En ocasiones los cambios importantes en la vida no se tratan de transformaciones sencillas, dan hasta miedo. Tanto es así que nuestra primera respuesta es abandonar, tirar la toalla o rendirnos, pero hay quien, ante la dificultad, se crece. Uno de esos casos es el de Enrique Sánchez, del que el director de La Linterna, Ángel Expósito, contaba su historia este lunes en el programa.

Se trata de un profesor de lengua, cuya vida, ha inspirado hasta una película estrenada recientemente en todas las salas de cine de España. Y todo porque, como el propio Enrique cuenta en COPE, un día durante la hora de comer se le ocurrió enseñarle a algunos de los alumnos de su nuevo colegio en Zaragoza un juego que les cambiaría la vida, y no sólo a los jóvenes, al propio profesor también.

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La dramática llegada a un colegio de Zaragoza

En 1982 Enrique llegó al colegio Marcos Frechín, un colegio público del barrio obrero de “Las Fuentes”, en Zaragoza. Sería el profesor de lengua, aunque terminó impartiendo clase de matemáticas, juegos inteligentes y Educación Física. Nada más llegar, su primera impresión no fue nada buena, como cuenta en COPE.

Yo no conocía Las Fuentes y, al llegar, me encuentro un campo de baloncesto hecho polvo y campo de fútbol que no andaba muy allá, no tenía muchas expectativas de quedarme allí. Pero el primer año fue rotundo, los chavales de los que fui tutor me ganaron”, asegura en una entrevista en La Tarde que ha recogido La Linterna. Enrique confiesa que sólo quería salir corriendo.

Enrique Sánchez, profesor del Marcos Frechín en Zaragoza

Enrique Sánchez, profesor del Marcos Frechín en Zaragoza / Redes sociales

Él se imaginaba un gran colegio y se encontró con uno pequeño, saturado, con más de 40 alumnos por clase, malas instalaciones… Y para colmo, lejos de su casa. Pero cuenta que todas estas dificultades, con el tiempo, se transformaron en ventajas, y todo ocurrió cuando tuvo una ocurrencia un día a la hora de comer.

El juego que les enseñó Enrique a la hora de comer

“Como yo vivía lejos del colegio me llevaba la comida, y los chicos, cuando terminaban de comer en sus casas, venían a estar conmigo”, cuenta en COPE Enrique. Así, devela que lo que se le ocurrió fue sacar los tableros de ajedrez, algo que cambiaría la vida del profesor y los alumnos del centro. Empezaron a aprender y a jugar cada vez más, todo fuera del horario de clase. “Llegó un momento donde debía haber más de 200 chicos jugando”, cuenta el maestro.

Así, Enrique creó un Club de Ajedrez en el colegio. Miguel Ángel fue uno de aquellos alumnos que, gracias a esta disciplina, mejoraron sus notas: “Al final, cuando empiezas a jugar al ajedrez, requiere un esfuerzo intelectual de concentración, de serenación. Porque al final te enfrentar en una batalla contra otra persona en la que tienes que estar bien preparado”, asegura en un audio reproducido en La Linterna.

Imagen de un torneo del Club de Ajedrez Marcos Frechín en Zaragoza

Imagen de un torneo del Club de Ajedrez Marcos Frechín en Zaragoza / Redes sociales

Ricardo fue otro de sus alumnos que también se apasionó por el ajedrez, aunque los motivos que le llevaron a sentarse, por primera vez delante del tablero, fueron distintos: “El deporte no era mi fuerte y, cuando Enrique se puso delante de un tablero y me puse a probar, y resultó que no se me daba mal. Pensé tirar por ahí porque no me cansaba. Es una actividad que me ha gustado siempre y que, después de muchos años, seguimos practicando”.

Hacen una película de Enrique 40 años después

Enrique ahora tiene 67 años, ya está jubilado, pero no abandona su club de ajedrez, ni a sus chicos. Y es que, al final, el profesor sigue ligado al colegio maño: “Te sientes reconocido, ves lo que estás haciendo y los frutos que está dando, ves que lo estás haciendo bien y eso te da alas para seguir avanzando”, cuenta en COPE.

El trabajo de de Enrique en el colegio ha sido tan increíble que ha inspirado a “Menudas Piezas”, una película que se estrenó hace sólo unas semanas. Aunque el profe confiesa que la gente del cine se ha tomado ciertas licencias: “La película es muy diferente, se han cogido muchas ideas de base, pero todo el ambiente y la problemática de los niños es muy diferente de la realidad. Los niños que yo tenía eran muy buenos en comportamiento y el ambiente era muy diferente del de la película”.

El tiempo ha pasado, pero sus alumnos y sus pupilos de ajedrez no han olvidado a su profesor. Como, por ejemplo, Miguel Ángel, que sólo tiene palabras de agradecimiento: “Es espectacular tener un profesor como él, las matemáticas eran súper divertidas y en Educación Física tenía una capacidad de adhesión tremenda y con el ajedrez hizo lo mismo. Lo normal era engancharse, todo el mundo sabía quién era Enrique y todo el mundo quería estar con Enrique”.

El club que fundó Enrique en 2018 ganó a 38 escuelas de todo el país, llegando a ser campeones de España. Chicos y chicas de un barrio trabajador que llegaron a lo más alto gracias a su maestro, Enrique, que les transmitió su pasión por el ajedrez.

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