20 años de la ley de Violencia de Género: "Los relatos de las supervivientes son el mejor ejemplo para las que lo están viviendo en silencio"

En 'La Linterna' hemos hablado con una de las artífices de esta ley, la exdiputada socialista y exportavoz de Igualdad del PSOE, Ángeles Álvarez.

Beatriz Calvo

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Este 2024, 45 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Son 1.291 desde que hay registros, desde el año 2003. 

Este sábado, 28 de diciembre, se cumplen 20 años desde que echara a andar oficialmente la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. La norma se aprobó en el Congreso de los Diputados y el panel luminoso de la Cámara puso 325 síes. No hubo ni un no ni una abstención. Pocas votaciones en la historia han salido adelante con esta unanimidad. 

Esta ley, que fue pionera a nivel europeo y también a nivel mundial, marcó un antes y un después en la sociedad española y, en parte, es la responsable de que se acelerara un cambio legislativo en nuestro país respecto a la violencia de género. 

En 'La Linterna' hemos hablado con una de las artífices de esta ley, la exdiputada socialista y exportavoz de Igualdad del PSOE, Ángeles Álvarez. 

En primer lugar, hemos echado la vista atrás hasta el caso de Ana Orantes: "Fue un punto de inflexión en el que se tomó conciencia colectiva de que había situaciones que padecían las mujeres que eran delictivas, pero que no eran consideradas muchas veces como delito y que desde luego lo que sí eran intolerables

El caso de Ana Orantes fue paradigmático respecto de la respuesta judicial en su momento. Hay que recordar que la sentencia de divorcio obligaba a una convivencia en el mismo edificio y yo creo que puso en evidencia el desconocimiento que había por parte de la Administración de Justicia de cómo opera la violencia en el ámbito de las parejas". 

cAMBIO EN EL PERFIL DE LAS VÍCTIMAS

En 1997, cuando tuvo lugar el asesinato de Ana Orantes, hubo un total de 91 víctimas, mientras que en 2024 hay contabilizadas 45: "El dato es evidente y si además lo comparamos con las denuncias es más evidente todavía porque por aquel entonces las mujeres no denunciaban porque no existía un sistema o un paraguas por parte del Estado que protegiera a las mujeres después de la denuncia".

La exdiputada recuerda que "el perfil de víctimas mortales en estos años ha cambiado radicalmente"

"En la época de Ana Orantes, la mayoría de las mujeres asesinadas eran mujeres que ponían denuncias. El Estado no las protegía suficientemente y eran asesinadas. Hoy las mujeres que están siendo asesinadas son precisamente las que no se acercan a las instituciones en demanda de apoyo.

Por tanto, lo que este dato pone de manifiesto es que el Estado tiene capacidad de proteger generalmente y que ahora tenemos que ser capaces de ver cuáles son las dificultades que estas mujeres tienen para acercarse y ver cómo somos capaces de llegar a ellas. 

Este es un agujero negro que tenemos que hay que investigarlo mejor y poner toda la inteligencia política para hacer que tomen conciencia de que el Estado las apoya". 

Una ley que ha servido de modelo

La ley que cumple 20 años se aprobó por unanimidad en el Congreso, con 325 síes y ha servido de modelo en otros países del mundo. Un ejemplo de ellos es que en la prensa francesa se ha hecho alusión a la misma tras el juicio de Dominique Pellicot.

"Hicimos una arquitectura institucional para dar respuesta que es muy interesante y que no se había hecho nunca porque había habido leyes contra la violencia machista en otros países. Puerto Rico fue el primer país que hizo una ley contra la violencia hacia las mujeres, pero la española fue la primera ley que verdaderamente era integral porque recogió la prevención, la respuesta penal, la protección policial, la respuesta de reparación del daño a las víctimas. 

En este país tenemos una red de casas de acogida y de apoyo psicosocial a las víctimas muy potente y eso ha salvado muchas vidas. Por eso, cuando contamos las desgracias fatales que todavía son muchas y que las vivimos siempre con mucho dolor, en paralelo, tenemos que hacer también los relatos de las supervivientes porque esas son experiencias vitales que son el mejor ejemplo para esas mujeres que lo están viviendo en silencio, las que no se acercan a las instituciones". 

Violencia entre los más jóvenes

Por último, en cuanto a los retos que hay ahora mismo sobre la mesa, destacan los más jóvenes: "La violencia empieza a ser muy palpable en los chicos y las chicas jóvenes.

Hace tiempo hacía talleres con adolescentes. Ellos nunca se identifican como víctimas de violencia porque piensan que es una cosa que les pasa a los mayores, sin embargo, cuando tú hablas sobre abuso e introduces conceptos como control, muchas veces empiezan a tomar conciencia de que lo que está relatando a mí me pasa o se lo están haciendo a mi amiga".