Diego Garrocho: "El cine y la pintura son cultura, pero a veces olvidamos que Auschwitz o la comida basura también lo son"
El profesor de Filosofía reflexiona en La Linterna sobre qué es realmente la cultura y repasa qué dicen los clásicos sobre ello
Madrid - Publicado el
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La palabra 'cultura' es un extraño comodín con el que se aspira a prestigiar casi cualquier cosa. Rafael Sánchez Ferlosio avisó de que la cultura es un invento del gobierno, y Marc Fumaroli escribió un ensayo prodigioso sobre cómo las políticas culturales sirvieron para vertebrar la República Francesa.
Pero ¿qué demonios es exactamente la cultura? Sabemos que el cine y la pintura son cultura, pero a veces olvidamos que Auschwitz o que la comida basura también lo son. La cultura nos parece algo noble, pero también es un mecanismo de dominación o de mera respuesta a la naturaleza. Albert Camus, que casi siempre alumbra las frases más redondas, dijo que “la cultura es el grito de la humanidad contra su destino”, y Marx sugirió que la cultura dominante es siempre la cultura de la clase dominante.
Pero ¿por qué proteger o promocionar la cultura? ¿Hay alta y baja cultura? ¿Hay también una cultura de la violencia o culturas inmorales? Como tantas veces, la mejor respuesta siempre aparece en los clásicos, y fue Cicerón quien acuñó uno de los usos más inspirados del término. La cultura más digna, la que verdaderamente merecería tal nombre, es aquella que nos asiste para perfeccionarnos y para enmendar aquello que puede ser reparado tanto en nosotros como en la naturaleza.
La expresión que empleó el sabio de Arpino fue 'cultura animi'. Si debemos hacerle caso, diremos entonces que la cultura es aquello que verdaderamente cultiva nuestra alma y nuestro espíritu.