Diego Garrocho, sobre el alarmante dato de las eutanasias realizadas en España: “Exhibe nuestra derrota como sociedad”
El profesor de Filosofía y colaborador de 'La Linterna' le analizaba con Expósito la cifra de eutanasias que se ha realizado en España, que han supuesto un aumento del 25%
Madrid - Publicado el
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Es, probablemente y casi con toda seguridad, una de las noticias del mes: las eutanasias en España no han dejado de crecer. El número de estas prestaciones creció en un 15% en el año pasado, y las personas que reclamaron ese derecho fue de un 25%.
Si vamos a los datos y a la cuestión en concreto, 766 personas pidieron la eutanasia, mientras que se realizó a 334 personas, lo que supone un 15% más que el año anterior. Una cifra que, como sociedad, no nos deja en buen lugar.
Por eso, aquí en 'La Linterna', Expósito reflexiona junto al filósofo Diego Garrocho si hay alguna muerte que se pueda considerar una buena noticia.
Garrocho comenzaba reflexionando acerca del asunto. “Pues a lo largo del año 2023, en España se registraron 766 muertes por eutanasia, lo que supone un 25% de aumento con respecto al ejercicio anterior. Este año, al menos, desde el Ministerio de Sanidad se ha anunciado la cifra sin recurrir a un titular tan peculiar como el que emplearon en el año 2022”.
“En aquella ocasión, la nota de prensa hablaba de personas beneficiadas por la eutanasia. Que en España haya más de 700 personas a las que no hemos brindado unas condiciones suficientes para querer seguir viviendo me parece la noticia más importante de la jornada. Creo que puede incluso considerarse la más importante de la semana, o quizá del mes” explicaba.
“Nuestra derrota como sociedad”
Diego Garrocho aseguraba que “este dato ni siquiera está relacionado con el debate sobre la forma o el fondo de la ley de eutanasia. Es simplemente una cifra que exhibe nuestra derrota como sociedad. Mientras la agenda política nos mantiene entretenidos con Ábalos y con las andanzas de Puigdemont, en nuestro país hay personas que sufren tanto y de una manera tan desatendida que la vida se les ha hecho insoportable”.
“Es urgente reflexionar como sociedad sobre la manera en la que enfrentamos el dolor, pero es aún más prioritario exigir una mejora sobre el conjunto de leyes asistenciales y aumentar los recursos que ofrecemos a quienes se encuentran en una situación tan crítica.
Este año no han sido menos, sino que han sido más las personas que han solicitado asistencia para morir. Me pregunto cuánto podría haber disminuido esa cifra si hubiéramos dedicado los esfuerzos y recursos necesarios a acompañar a quienes padecen graves patologías y sufren una angustia existencial tan honda.
Me pregunto también, aunque intuyo la respuesta, si existe un sesgo de clase y si esta falta de atención del Estado afecta de igual manera a las personas solas o a las más desfavorecidas. No pido que el Estado nos proporcione las condiciones necesarias para ser felices, como hacían los antiguos utopistas, pero sí quisiera que España fuera un lugar donde incluso la persona más desafortunada pudiera encontrar el apoyo y los motivos para seguir viviendo”.