La epidemióloga Ana Allende señala en La Linterna qué ocurriría si no se limpia la basura y lodo de las calles en Valencia

Son muchos los aparcamientos que después de una semana siguen completamente anegados por el agua y el lodo

David Nieto Cortés

Publicado el

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Ha pasado ya una semana desde que las lluvias torrenciales provocadas por la DANA provocaron importantes destrozos por toda España, con especial importancia en la provincia de Valencia. Allí, una semana después, las tareas de limpieza de los múltiples municipios afectados por el temporal continúan de manera incesante. Son muchas las calles que quedan por limpiar de basura y escombros y numerosos los garajes que siguen anegados.

Las tareas de limpieza y también de achique de agua en el caso de las plantas subterráneas continúan sin descanso. Y es que después de días en los que este agua y lodo se ha mezclado con basura y productos químicos, se ha estancado y contaminado. Ahora, el peligro es ese, los olores que desprende y las posibles bacterias y enfermedades que este agua pueda desencadenar.

Imagen de Catarroja (Valencia) donde trabaja el operativo aragonés.

Y es que para todos los que quieren acudir allí a ayudar físicamente, deberán, al menos equiparse con mascarillas, guantes y botas de agua. Porque uno de los asuntos que más ha empezado a preocupar es el de la salud. El propio presidente valenciano, Carlos Mazón, ha solicitado al Ministerio de Sanidad a médicos, ya que el tétanos es una de las enfermedades que más preocupa.

El riesgo

Ana Allende, epidemióloga del CSIC, apunta a la importancia de protegerse y evitar el contacto directo de la piel con las aguas contaminadas, con especial énfasis en el caso de que tengamos alguna herida abierta en la piel. Además, aunque no se sea propenso a la enfermedad y se tengan todas las vacunas contra estas posibles enfermedades puestas, sigue siendo importante usar los trajes de protección.

José Ángel Ayala |COPE Lorca

Miembros del equipo del Servicio de Emergencias de Lorca durante su trabajo en Algemesí.

En el caso de los lodos, que muchos ya se están secando, preocupa de manera especial las partículas de polvo en suspensión que se puedan levantar fruto de los movimientos de la maquinaria pesada que tiene que mover la basura acumulada y seguir sacando todos los coches amontonados en muchas calles.

La situación en el caso del agua, no favorece tampoco, ya que se encuentra a una temperatura relativamente alta que favorece la aparición de microorganismos y bacterias que se pueden convertir en virus y terminar siendo una epidemia.

      
             
      

Depurar las aguas

La única manera de limpiar las calles por parte de la gente es la de verter el agua y el lodo a través de las alcantarillas, pero aunque muchos puedan pensar que no es lo más oportuno, la experta incide en que el sistema está preparado para eso, además, esas aguas deben de ir a para a una estación de depuración, que por supuesto, está saturada y no puede procesar todo el agua.

Para eso están los tanques de tormenta”, afirma Allende, que defiende la inmediatez de limpiar las calles de lodo a través de las alcantarillas, ya que, es lo más seguro.