Luis del Val: “Me inquieta mucho que las armas las tenga Rusia o que las pueda tener Irán o cualquier otro país musulmán”
El periodista reflexiona sobre la historia de Palestina, el conflicto entre israelíes y musulmanes, y cómo los prejuicios influyen en la percepción global de la geopolítica actual

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El primer palestino del que tuve noticias cuando era niño fue un tal Jesús, hijo de una familia judía, muy bondadoso, pero fue torturado hasta morir crucificado y fue tan notorio que, dentro de un par de meses, el 24 de diciembre, 2.300 millones de personas conmemoraremos su nacimiento en más de la mitad de los países que pueblan el planeta.
Ya en mi juventud, cuando algún palestino era conocido, se debía a que era terrorista, mientras los palestinos pacíficos permanecían en el anonimato. Esto no son prejuicios, sino datos objetivos.
Unos 600 años después, los musulmanes invadieron Palestina y se asentaron allí. Luego vinieron las Cruzadas, el Imperio bizantino, pero los musulmanes permanecen en Palestina hasta que, tras la Segunda Guerra Mundial y la persecución hacia los judíos, por una resolución internacional consensuada, se crea el Estado de Israel en una parte del territorio en el que nació el palestino Jesús, natural de Belén y Nazaret.
Si volvemos al presente, observo el odio entre palestinos musulmanes e israelíes y su filosofía. Los musulmanes son totalitarios y nos llaman a todos los que no somos como ellos "infieles", y eso parece una burla para actores de terrorismo, sea en Israel o en Nueva York. En Israel son demócratas y votan. Sigo con datos objetivos y sin prejuicios.
Vayamos ahora a los prejuicios. Tengo uno y lo voy a confesar. A mí no me inquieta que Estados Unidos posea armas nucleares, o Gran Bretaña, o Francia, o Israel. Me inquieta mucho que las tenga Rusia o que las pueda tener Irán o cualquier otro país musulmán. Será un prejuicio, pero no lucho por quitármelo de encima. No me apetece y creo que estoy en mi derecho.