La nota media que saca España comparando trenes, aeropuertos y carreteras con 29 países: ¿en cuál de las tres somos peores?

Ramón Boixadós, profesor de la Escuela de Organización Industrial, explica a Expósito en qué punto está el estado de salud de nuestras infraestructuras

David Nieto Cortés

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

España es uno de los países del mundo que más kilómetros construidos de ferrocarril de alta velocidad. El AVE, que llegó hace más de 30 años con la conexión entre la capital de España y Sevilla, supuso un hito en el transporte y la movilidad de nuestro país. En ese momento comenzaron a multiplicarse las obras faraónicas con en propósito de llevar la alta velocidad a, como mínimo, las capitales de provincia, algo que aunque de momento no se ha conseguido, pero si hemos sido capaces de ser el país de Europa y segundo del mundo con más kilómetros AVE.

Pero todas estas grandes inversiones, y también el tren convencional, como el regional, media distancia, cercanías... requieren de seguir invirtiendo, en esta ocasión, en mantenimiento. Esto es algo que no se hace y que trae problemas como los que se viven cada día en mucho puntos de España, un país que tiene 730 municipios con estación de tren y en el que de todos los viajes directos que se realizan, el 25% es más lento que el año pasado.

Un país con diseño radial

En España, la modalidad de construcción a la hora de hacer infraestructuras relacionadas con el transporte, como las carreteras, las vías de tren e incluso los aeropuertos, se basan en un sistema radial, en el que su centro es la capital, Madrid, situada en el centro de la península, y de donde salen ramales al resto de puntos del país.

Red AVE

La capital, es, por supuesto, la ciudad que más conexiones de tren tiene a través de sus dos estaciones principales, Atocha y Chamartín. Aun así, la ciudad ha empeorado sus tiempos de viaje en más de la mitad, a lo que se deben sumar las constantes averías, algo que parece llevar unido el nombre Chamartín.

Averías que provocan retrasos y aglomeraciones, que tienen como consecuencia la desconfianza en el servicio o que la gente llegue tarde a trabajar, lo que se traduce en pérdidas para empresas y autónomos. Estos problemas, como descarrilamientos, bajadas de tensión, que un tren se pare en mitad de un recorrido... son consecuencia de falta de mantenimiento de infraestructuras y trenes.

Chamartín, en remodelación y ampliación

Esta estación es una de las más importantes de España y de las que más conexiones de alta velocidad soporta, algo que combina con otros trenes como Cercanías, Media Distancia, Avant, Regionales... Todas las conexiones con el norte se hacen en Chamartín, una estación fundamental para la logística de nuestro país.

      
             
      

Ramón Boixadós, profesor de la Escuela de Organización Industrial y del Centro Español de Logística afirma que la confianza en el Cercanías se ha perdido. La de Cercanías es una red fundamental, tanto para transportar a quienes van a trabajar, como para quien lo utiliza como enlace a un tren de alta velocidad. Si un servicio que se supone que garantiza su hora de llegada porque no sufre atascos y no llega, es un punto muy importante el que pierde.

Solo desde la estación de Chamartín salieron el año pasado 39 millones de personas, y toda la red de Cercanías de Madrid movió a 205 millones de viajeros. Por eso, que un Cercanías llegue tarde, supone muchos problemas.

Además, la liberalización, por parte del Gobierno y Adif de la red de alta velocidad ha contribuido a que el precio baje y que el número de viajeros suba debido al aumento de oferta y que ahora ya son tres las empresas que ofrecen en España el servicio de alta velocidad. Por ejemplo, el precio del billete en el trayecto Madrid - Málaga ha bajado un 29%, y Madrid - Sevilla un 21%, mientras que los viajeros han aumentado más de un 21% a Andalucía y un 23% a Alicante.

      
             
      

La puntualidad

“Puntualidad es confianza, sé cuando llego. Cuando un viajero o producto sigue una cadena, y algo falle, se genera desconfianza”, afirma Ramón. La puntualidad se consigue con una infraestructura que no falle, y para eso hay que invertir. Y es que desde 2008 no se han comprado trenes, e incluso las nuevas inversiones anunciadas por Adif, son insuficientes.

Si analizamos nuestro país en esta materia y nos comparamos con países de nuestro entorno, la nota media que sacamos en infraestructuras, algo que reúne carreteras, ferroviarios, puertos y aeropuertos, sacamos un 6,2, una nota baja, incluso si se tiene en cuenta que los puertos y aeropuertos, con un buen balance, contrarrestan, en parte, la mala puntuación del asfalto y los raíles.

La puntualidad es confianza, la confianza es dinero y es calidad de vida. Si no me fio de mi hora de llegada puedo perder en el trabajo. Es necesario tener una seguridad de llegada.

      

No solo pasajeros

El tren también mueve mercancías. De echo, es la manera más económica de hacerlo actualmente. La mayoría de las compras por internet llegan en tren a Vicálvaro, donde se distribuyen en camiones y furgonetas para continuar la cadena logística o su reparto final. Además, allí se están construyendo andenes para trenes más largos y que traen más carga.