Oposita 11 años para funcionario de la Xunta de Galicia y sorprende a Expósito con cuál ha sido su dificultad

El director de La Linterna, Ángel Expósito, cuenta la historia de Miguel, un gallego de 36 años, y su lucha de presentarse hasta 7 veces a las oposiciones

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Miguel Pérez tiene 36 años, y lleva más de una década persiguiendo un sueño: conseguir una plaza como funcionario en la Xunta de Galicia. Cuenta Expósito en La Linterna que es de “esas personas que persiguen sus sueños y no se rinden nunca”. “Siempre quiso ser funcionario de la Xunta de Galicia, por eso ha trabajado muy duro”, apunta el comunicador de COPE. “Después de once años intentándolo, la disciplina y el esfuerzo han dado sus frutos”. 

Tanto Miguel como su padre, Manuel, han pasado por los micrófonos de Mediodía COPE, en una entrevista que ha recogido La Linterna, y en la que cuentan cómo ha sido el proceso de oposición de 11 años. “Muchas veces hubo que animarle. Él se ha presentado muchas veces, casi siempre, prácticamente en todas las oposiciones. Aprobó las oposiciones, pero nunca logró sacar el número suficiente para conseguir la plaza”, cuenta Manuel en los micrófonos de COPE.

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Unas oposiciones para la Xunta de Galicia

Miguel tenía claro que ese era su sueño, tener un puesto fijo, una plaza para toda la vida como funcionario de la administración gallega. Y cuando lo dijo en casa a nadie le pareció una mala idea: Miguel estaba preparado para luchar por lo que quería. Y es que, como reconoce Expósito, sorprendido, Miguel “es una persona con síndrome de Down”.

Nosotros siempre le apoyamos en todo lo que se proponga”, explicaba su padre en COPE. “Evidentemente, planteamos siempre objetivos alcanzables y, en el caso de las oposiciones, lo consensuamos con él ya en el primer momento que sacase en plazas específicas para personas con discapacidad intelectual, tanto en la administración del Estado, en la Xunta o también en las agrupaciones locales”, comenta.

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El lema de Miguel para las oposiciones

Quienes también le apoyaron desde el primer momento fueron sus compañeros. Junto a sus padres han sido su pilar durante todos estos duros años de estudio, como él mismo confiesa. Miguel asegura en La Linterna que el mensaje siempre fue el mismo: “Que no me desanimara, que con empeño, con constancia y adelante, y ya está”.

Miguel se tomó al pie de la letra los comentarios de ánimo de su entorno y se empleó a fondo para conseguir lo que quería; no tenía prisa. “Miguel es muy disciplinado”, apunta Manuel, el padre del joven. “Su madre, que es la que verdaderamente está en la parte de los estudios apoyándole constantemente, ha sido un apoyo vital para conseguir lo que ha conseguido”.

      
             
      

Un camino difícil de oposiciones

Y es que, desde pequeño, a Miguel le ha gustado estudiar y, aunque las oposiciones han supuesto un reto para él, siempre se ha valido por el mismo, “nadie le ha sacado las castañas del fuego”, comenta Expósito. Su padre confesa que “siempre desde que nació prácticamente ha estado pegado a los libros, porque ha estado sacando los estudios de la enseñanza secundaria, todos los estudios de masaje, e hizo también el curso de actividades sociales y sanitarias, aunque no llegó a ejercer”.

No ha sido un camino fácil y menos cuando año tras año aprobaba, pero no la nota no era suficiente para obtener la plaza. Aún así, en ninguna ocasión, se dio por vencido: “Estuve estudiando tres horas o dos y la verdad es que sí, que me daba tiempo para salir, porque alternaba para estudiar mañanas y tardes”, señala Miguel en COPE, que reconoce que sigue flipando con lo que ha conseguido, a la vez que manda un mensaje a los que le escuchan: “Les diría que sigan estudiando y que no se desanimen, porque ha merecido la pena el esfuerzo”.

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