Pilar y Pepe ven lo que queda de su dormitorio en un pueblo de Valencia y esto es lo que salvan: "De hace muchos años"
Álvaro García se adentra en una casa de Utiel en la que vivía este matrimonio que ha quedado asolada después de que el agua llegase hasta el techo "de dos metros 70"
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La devastación provocada por las recientes inundaciones en Utiel, un pueblo de Valencia, ha dejado a muchos residentes en una situación desgarradora. Entre ellos se encuentran Pilar y Pepe, un matrimonio que ha visto cómo su hogar se ha transformado en un lugar inhabitado, marcado por el barro y la pérdida. Álvaro García retrata en La Linterna su experiencia y el esfuerzo por rescatar lo que queda de su vida en común.
Al ingresar en la casa de Pilar y Pepe, se evidencia la magnitud del desastre. El agua llegó hasta dos metros y setenta centímetros, inundando cada rincón del hogar. A medida que el periodista describe la escena, se hace palpable el desánimo en la voz de los propietarios. El dormitorio, un lugar que una vez estuvo lleno de vida y recuerdos, ahora solo conserva un colchón y un cabezal.
"Esto está inhabitable", admite Pepe, mientras observa el estado crítico de lo que solía ser su refugio. Las paredes, los techos y los tabiques han sucumbido al peso del agua, y cada paso que dan sobre el barro es un recordatorio de lo que han perdido.
Sin embargo, en medio de esta devastación, la pareja se aferra a lo que pueden rescatar. La voz de Pilar resuena con un tono de determinación cuando habla de los documentos y fotos que han logrado salvar. "Estamos recuperando sobre todo recuerdos de familiares de hace muchos años", dice, subrayando la importancia de lo que, a simple vista, podría parecer insignificante. Para ellos, esos objetos son más que simples pertenencias; son la materialización de su historia, de su vida juntos.
Pilar y Pepe ven lo que queda de su dormitorio
Mientras el agua se retira lentamente, Pilar y Pepe se embarcan en una labor titánica de limpieza y clasificación. Cada objeto que rescatan es un eco del pasado, un vínculo con la memoria que la inundación ha intentado borrar. Entre el barro y la destrucción, su esfuerzo se centra en recuperar esos recuerdos que les definen como pareja y como familia.
La transcripción también revela el papel crucial de la comunidad y de desconocidos que se han unido para ayudar. A pesar de la devastación, Pilar menciona cómo han recibido apoyo de personas que no conocían, que llegaron con maquinaria y manos dispuestas a ayudar. Este acto de solidaridad se convierte en un rayo de esperanza en medio de la tragedia. La capacidad humana de unirse en momentos de crisis se convierte en un símbolo de resistencia y amor en Utiel.
Pilar y Pepe comparten el angustioso momento en que el agua comenzó a llenar su hogar. Atrapados en la planta superior, sintieron la presión del tiempo mientras el agua subía escalón a escalón. Recuerdan cómo, en un acto de desesperación, hicieron señales con un pañuelo desde la ventana para alertar a los rescatistas.
"Era lo que distinguían para saber que había gente", dice Pilar, recordando la ansiedad que sintieron al esperar ayuda. Este detalle resalta no solo su vulnerabilidad, sino también su ingenio y fuerza ante la adversidad.
Esto es lo que salvan
A medida que el reportaje avanza, queda claro que la recuperación será un proceso largo y doloroso. "Nos va a costar mucho tiempo poder recuperarlo", dice Pepe, reflejando la realidad de muchos vecinos de Utiel que enfrentan una montaña de trabajo y emociones. Sin embargo, a pesar de la pérdida, hay un rayo de esperanza. La fuerza de su unión y la determinación de recuperar lo que queda de su hogar y de sus recuerdos son un testimonio del espíritu humano.
Pilar y Pepe nos enseñan que, aunque las inundaciones han llevado consigo muchos de sus objetos materiales, el verdadero valor reside en los recuerdos que han salvado, en los lazos familiares y en el apoyo de la comunidad. En esta tragedia, su historia resuena como un himno de resiliencia y amor ante la adversidad.