LINTERNA CONFIDENCIAL
Marchando una (otra) operación contra Rajoy
Por Fernando Jáuregui.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Maremoto en el mundillo de los ‘populares’, contamos este jueves en el ‘confi’. En las últimas horas se desataron los rumores e informaciones en el sentido de que algunos importantes empresarios españoles estarían dispuestos a apoyar alguna operación de relevo de Mariano Rajoy o, al menos, de rodearle de una guardia pretoriana que le ‘sostenga en estos momentos difíciles’, guiando algunos de sus pasos. Estos círculos citan al ex ministro de Justicia y ex alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, como uno de los personajes ‘a apoyar’, lo mismo que al ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro.No consta que ninguno de los dos haya aceptado explícitamente formar parte de una operación de este tipo, que alguien cercano al presidente del Gobierno y del PP tachó de “conspiración”. Sin embargo, sí se sabe que Ruiz Gallardón ha admitido que, en las actuales circunstancias, estaría dispuesto a “volver a la política”. “Siempre sacrificándose por la patria”, dije, no sin sorna, acordándome de aquel 1996, cuando se mostró dispuesto a sustituir a Aznar…El clima interno en el Partido Popular está enormemente enrarecido, según dijo este jueves ‘el confidencial’ de La Linterna de la Cadena COPE. Resulta difícil hacer un inventario de las alianzas y de las guerrillas intestinas, aunque se sabe que la figura de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, está muy “desgastada”, aunque ella ha manifestado que seguirá en el puesto, quizá ‘a su pesar’. Un rumor, oficiosamente desmentido tanto a Federico Quevedo como a Juan Pablo Colmenarejo, señalaba que Rajoy habría ofrecido a Cospedal un ministerio (el que el titular de Educación, José Ignacio Wert, dejará vacante para irse a vivir a París como embajador extraordinario ante la OCDE tras el traslado de su futura esposa, Montserrat Gomendio, a este organismo internacional, con sede en la capital francesa, desde la Secretaría de Estado de Educación). Cospedal, , siempre según estas hipótesis, lo rechazó. Todo indica que la secretaria general tratará ‘incluso a su pesar’ de mantenerse en el puesto tras haber perdido con toda probabilidad la presidencia de Castilla-La Mancha como consecuencia de la eventual alianza entre el PSOE y Podemos, que daría la presidencia al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page.Pero la variedad de informaciones, desmentidos, confirmaciones, que pueblan el panorama noticioso en relación con lo que está ocurriendo en el PP tras la retirada de varios ‘barones’ y los volatines políticos de Esperanza Aguirre, son prueba fehaciente de la ebullición dentro del partido gobernante tras los resultados “malos sin paliativos” obtenidos por el PP en las elecciones municipales y autonómicas del pasado día 24. El propio Rajoy se vio obligado, en el curso de pocas horas, a desmentirse a sí mismo, cuando, tras haber asegurado que no pensaba hacer cambio alguno en su equipo, se dejó ‘atrapar’ por los periodistas en los pasillos del Congreso para sugerir que sí puede haber tales cambios, aunque sin especificar ni cuándo, ni cómo, ni cuántos. En las proximidades del presidente se admite que sí habrá algunas ‘caras nuevas’ en puestos de relieve, pero no parece que el presidente tenga ya completado un plan de renovación.Lo cierto es que Rajoy parece ahora consciente de que, contra lo que ha ido predicando en la campaña electoral, no todo va bien ni para el PP ni para él mismo en política. Más bien, aseguran que el presidente está muy inquieto ante el ascenso ‘de la izquierda’ en autonomías y municipios importantes, aunque desde luego no haya sido él quien sugirió a Esperanza Aguirre –que se ha convertido en una pesadilla dentro del PP—y a la aún alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que propugnen grandes coaliciones contra Podemos para impedir que los seguidores de Pablo Iglesias lleguen a ocupar puestos de responsabilidad.Pero, al margen de las propuestas que, ‘por libre’ hace la ‘lideresa’ madrileña, y ahora también la veterana alcaldesa valenciana, resulta patente que hay muchas ramificaciones de esas ‘operaciones’ que tanto gustan a determinados círculos empresariales e institucionales. A partir de ahí, las fuentes difieren en cuando al grado de participación o no de, por ejemplo, José María Aznar en los intentos de acoso y derribo de un Rajoy cuyo desgaste, solamente en los cuatro últimos días, ha sido mucho más notable aún que en los tiempos del congreso de Valencia de 2008 cuando algunos ‘barones’, entre ellos la propia Esperanza Aguirre o el ya casi ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, trataron, sin éxito, de desbancarle.