"El Chavismo ha acabado con la unidad familiar"

Diurka tiene sesenta y dos años. Hace cuatro años llegó a Colombia desde Venezuela. Allí era profesora y trabajó treinta y cinco años para el Ministerio de Educación. Se jubiló y emigró sola. Su esposo no quiso acompañarla, era capitán de la armada y pensó que era mayor para huir. Con sus pensiones, nos les da para vivir. El sueldo de Diurka en Venezuela es de doce dólares.

Cuando Diurka llegó a Colombia pudo comenzar a ganarse la vida: “Pude conseguir aquí un buen trabajo. Me costó mucho por la xenofobia que nos tienen. Los colombianos piensan que venimos a quitarles el trabajo, los esposos y todo. Dicen que traemos la cultura de la droga, de la prostitución, del robo, cuando eso es falso y lo sabe todo el mundo. Han venido muchos venezolanos malos pero somos más los buenos que los malos. Yo aquí he venido a trabajar”.

Diurka se expresa emocionada por tener que salir de su zona de confort, de su casa. Y carga así contra el gobierno de su país: “Este gobierno ha querido destruir Venezuela y acabar con todos. Ha querido acabar con la unidad familiar. Yo estoy en Colombia, mi hija en Panamá y mi otro hijo en Perú”.

Es pesimista con el futuro de su país, y piensa que la recuperación tardará muchos años: “Lo más importante es tener una estabilidad emocional que eso no tiene precio. El futuro de mi patria es incierto mientras esté este gobierno. Levantar a Venezuela va a costar años”.

“El gobierno les metió en la cabeza a los venezolanos que el socialismo es igualdad. Si hubiese elegido el régimen de Venezuela ahora estaría allí disfrutando de las mieles, allí solo disfrutan los enchufados. El común de nosotros pasamos necesidades por haber escogido estar en este bando. Vivimos en dictadura”.