La solidaridad en plena guerra de Ucrania

Tras once días de conflicto, las iniciativas se multiplican para echar una mano a los ucranianos que han abandonado su país por miedo a sufrir las consecuencias de la guerra.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El miedo, la destrucción y la incertidumbre por lo que pueda pasar sigue estando muy presente en ciudades como Kiev. Pero aún así, en estas condiciones, la ganas de ayudar entre los ucranianos que permanecen en la ciudad son más fuertes que nunca. Uno de los ejemplos es el de Vitaly Suárez, hijo de un empresario español que tiene negocios en Ucrania. Durante todos los días de conflicto se deja la piel buscando comida y medicamentos por toda lla ciudad para llevar esos productos a las familias que más lo necesitan. Y todo antes de las ocho de la tarde cuando suenan las sirenas y no pueden estar en la calle porque serían abatidos por los rusos.

Eso en el interior del país pero pasa lo mismo justo en la frontera con Polonia donde muchos ucranianos han conseguido llegar tras abandonar su hogar. Para que te hagas una idea, según los últimos datos de ACNUR, un millón 700 mil personas han salido de Ucrania. Entre ellos, hay un grupo de personas que conocemos muy bien. Son los niños a los que acogían María, Antonia y María Jesús, las monjas dominicas de Kiev. Su Casa de los Niños llevaba 20 años funcionando en Kiev y han sido muchas las familias que se han acercado a las tres monjas dominicas en todo este tiempo.

Es por ello que Luba, que trabajaba de voluntaria en el hogar de acogida, es la que se ha encargado de organizar el viaje para ayudar a los niños que se encuentran en la frontera con Polonia. Consiguió llegar a Polonia con su familia durante los primeros días y desde allí ha coordinado todo el viaje con los padres de los chicos. Son más de 100 personas. Otro de los protagonistas es Jorge presidente de la ONG Expoacción, una organización de Gijón que se encargaba de acoger a los niños ucranianos durante los veranos y que está intentando llegarhasta este lugar parahacer olvidar a estos pequeños la pesadilla que están viviendo.

También hay iniciativas propias como las de David, un leonés que ha cogido su coche para ir hasta Varsovia y ayudar en lo que pueda o Juan, Director de la Fundación César Egido Serrano que está a punto de llegar a la capital polaca para traerse de vuelta a una familia ucraniana. Son ejemplos de una ola de solidaridad que se ha producido tras desatarse la guerra en Ucrania.