Algeciras, conmocionada tras el ataque en el que murió el sacristán Diego Valencia

Algeciras ha amanecido conmocionada. Nadie se podía imaginar una cosa así en un lugar en el que conviven 129 nacionalidades distintas y en el que siempre ha reinado la tolerancia y la convivencia. Todo empezaba este miércoles sobre las seis y media de la tarde. En la iglesia de San Isidro un hombre empieza a discutir con algunos de los feligreses. Se trata de un marroquí que intenta convencerlos para que sigan la religión islámica. La bronca dura pocos minutos y este individuo desaparece. Parecía que todo iba a acabar ahí pero todo lo contrario. El hombre vuelve a la iglesia armado con un machete de grandes dimensiones y se desata el terror en la zona. El sacerdorte, el padre Antonio Rodríguez, de 74 años, fue herido gravemente. Algunos testigos corren y consiguen llamar a la Policía. Pero el agresor continúa su recorrido y se dirige a unos 350 metros donde se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de La Palma en la céntrica Plaza Alta de Algeciras. De nuevo se siembra el caos.

La misa ya había finalizado. En el altar tan solo se encontraba Diego Valencia, el sacristán, que estaba recogiendo. Sin quererlo se convierte en el objetivo de este hombre que mientras avanza por la iglesia va lanzando contra el suelo algunas imágenes religiosas, crucifijos y velas. Al llegar a la altura de Diego le asestó la primera puñalada. Y Diego luchó por sobrevivir. Salió corriendo hasta alcanzar la Plaza Alta de Algeciras e intentó pedir ayuda. Pero su agresor fue tras él y acabó acuchillándole de manera mortal en la cabeza. Josefa intentó impedir que acabaran con Diego. Se jugó la vida y estuvo a punto de perder la suya. Incluso tuvo que suplicar al agresor para que no le matara.

Por cierto que esta iglesia no fue la última parada de este agresor. Después se marchaba a la Capilla de Europa, un templo ubicado frente a la iglesia de Nuestra Señora de La Palma. Allí aporreó la puerta, pero como estaba cerrada, finalmente se marchó. Mientras eso pasaba algunos testigos intentaban salvar la vida de Diego.

Finalmente varios agentes de la Policía local de Algeciras lo localizan y consiguen detenerle. Se trata de Yasin Kanza, un hombre de nacionalidad marroquí que desde el pasado mes de junio tenía pendiente su expulsión al estar en situación irregular. No contaba con antecedentes policiales de ningún tipo. Ahora se encuentra bajo custodia de la Policía Nacional. Los agentes intentarán agotar los cinco días máximos de detención que permite la ley en casos de terrorismo ante de que pase a disposición judicial.

El ataque se ha llevado la vida del sacristán Diego Valencia, de 65 años, que se encargaba a menudo de los exornos florarles para las procesiones y cofradías de la ciudad. Era de gran ayuda para la iglesia de Nuestra Señora de La Palma, el templo más grande de la ciudad. El herido más grave fue el sacerdote Antonio Rodríguez que fue operado de urgencia. Asegura que está descansando y que pronto volverá a sus labores dentro de la capilla de San Isidro. Hoy ha recibido el alta y ya se recupera desde casa de las heridas, una de ellas en el cuello.

Tras el ataque han sido muchos los que han mandado mensajes de condolencias y solidaridad a los familiares del sacristán fallecido y del resto de víctimas. De los primeros en condenar este suceso fue el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán. Hoy ha pedido que no se demonice a ningún colectivo y ha asegurado que el uso de la violencia es especialmente grave cuando se justifica en nombre de Dios. Por su parte, la Comisión Islámica de España ha calificado el presunto ataque terrorista como un hecho que no tiene nombre.

Lo último que sabemos de la investigación es que se ha detectado un proceso de radicalización del detenido. Se trata de un hombre marroquí, de 26 años, que no tiene antecedentes... pero que tiene abierto un proceso de expulsión de España desde hace siete meses. Hemos hablado del ataque terrorista cometido en Algeciras y que te hemos contado con detalle aquí en COPE. Un atentado en el que moría asesinado el sacristán de la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma Diego Valencia. También resultaba herido el padre Antonio Rodríguez, de 74 años, afortunadamente ya en casa.