Los abogados de oficio amenazan con la huelga y reclaman mejoras laborales
La Justicia en España tarda cerca de 362 días para poder resolver una resolución en primera instancia de un litigio de naturaleza civil o mercantil.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Juan Carretero es un jornalero que vivía en un pequeño pueblo llamado Algodonales, en la provincia de Cádiz. Él, durante muchos años se ha buscado la vida para poder sacar a su familia adelante. Sin embargo, lo que no sabía, es que en una de esas intensas jornadas de trabajo en el campo, su vida se iba a convertir en una auténtica pesadilla. Todo empieza sobre las diez de la noche. Juan coge su coche para dirigirse a Huelva para la recogida de la fresa. La mala suerte provocó que tuviera un trágico accidente.
No ha sido nada fácil porque tras el accidente se le reconoció una paraplejia con un grado de discapacidad del 99%. Los años pasaban y el sufrimiento y la agonía de Juan eran cada vez mayores hasta el punto de que intentó suicidarse en varias ocasiones. Tras estos dos sustos, la familia de Juan insistió en la posibilidad de seguir apurando los procesos judiciales pero, la lentitud de la Administración, se convertía en una losa para el ánimo de todos. La vía penal fue descartada y por fin se consiguieron buenas noticias a través de la vía civil. Juan murió hace cinco años y no ha podido ver nada del millón de euros que lle correspondía por sufrir ese accidente. Un retraso judicial que paralizado todo y que hasta el propio ministerio se ha visto obligado a responder de esta manera.
Para que te hagas una idea han pasado casi veinte años desde que comenzara el juicio y la familia aún no ha recibido nada de ese dinero. Y no es el único caso. Fernando nos contaba así algunos de los motivos por los que nuestra justicia va tan lenta. La Justicia en España tarda cerca de 362 días para poder resolver una resolución en primera instancia de un litigio de naturaleza civil o mercantil. Estamos hablando de cuatro o cinco años de retraso. Por ese motivo muchas personas intentan evitar la vía judicial ya que pasaría mucho tiempo hasta que finalmente se resuelve todo. Y no solo hablamos de la celebración de los juicios sino que también hay demoras a la hora de comunicar las sentencias.
A todos estos retrasos ya impuestos, hay que sumar los paros de los LAJ o de los funcionarios de justicia. Y encima uno de los motores de los juzgados como son los abogados de oficio amenazan también con parar. Son cerca de 46 mil en nuestro país.
La realidad es que la Justicia gratuita en nuestro país es un ejemplo para toda Europa. Sin embargo, mientras las administraciones sacan pecho, los abogados adscritos al Turno de Oficio, cerca de 46.000, se sienten esclavos por las bajas remuneraciones, con salarios congelados desde hace al menos cinco años y con turnos en los que tienen que estar disponibles durante 24 horas seguidas.
Nunca es agradable realizar un trabajo que no esté pagado. Eso ocurre con los abogados de oficio ya que hay muchas actuaciones por las que no cobran. Además, últimamente, se están denegando muchas solicitudes de asistencia jurídica gratuita, por lo que no se les abona ese trabajo prestado por cuenta del Estado. Sin ir más lejos hoy mismo Rosalía ha tenido que pagar de su bolsillo un requerimiento judicial.
Está muy contenta con su labor como abogada pero asegura que no se siente valorada por la instituciones. Además si mira al futuro Rosalía nos cuenta que es nada optimista. Hablamos de un trabajo que es un servicio público esencial pero que no es remunerado como tal. Los abogados del turno de oficio incluso carecen de derechos básicos como la paternidad, la maternidad o casos de muerte de algún familiar.
Como te digo, la Administración de Justicia ya lleva dos huelgas en lo que llevamos de 2023. Primero fueron los LAJ, los letrados, que estuvieron dos meses de parón hasta que consiguieron una subida salarial de 450 euros mensuales. Después, fueron los funcionarios de justicia que empezaron su paro indefinido el pasado 17 de abril. Y ahora nos encontramos con el anuncio de huelga de jueces y fiscales.
Una situación a la que hay que añadir la amenaza de paro por parte de los abogados del turno de oficio que podrían provocar muchos más atascos en los procesos judiciales. Los abogados que se encuentran en el turno de oficio continúan metiendo más presión al Ministerio de Justicia que está viendo cómo todo ha saltado por los aires después de la primera huelga convocada por los letrados.
Hemos hablado de nuevo de los problemas que está sufriendo la justicia que en lo que va de año ha visto cómo letrados y funcionarios de la administración se han puesto de huelga. A todo ello hay que sumar la amenaza de un nuevo paro, la de los más de 46 mil abogados que están adscritos al turno de oficio, que reclaman mejoras salariales y laborales y que podrían retrasar aún más los retrasos en la justicia española.