Nicaragua: el país donde la revolución se convirtió en masacre

Una cifra: 653 muertos y más de 800 desaparecidos. Es el saldo de la represión en Nicaragua desde abril del año pasado. Una auténtica barbaridad protagonizada por el Régimen de Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo. Ahora, un año y medio después, la persecución continúa en el país centroamericano. Han puesto a la Iglesia en su punto de mira. Les consideran revolucionarios y la situación es límite. Vamos a irnos en directo hasta allí para conocer qué es lo que sucede.

Aunque ya casi no se hable de ello, la situación en Nicaragua sigue siendo límite. Ortega y Murillo continúan con su persecución y la Iglesia está en su punto de mira. En los últimos días muchas parroquias han sido sitiadas y, en concreto, en la Iglesia de San Miguel Arcangel de Masaya muchas personas continúan encerradas... y la Policía les ha cortado el suministro de agua y electricidad.

El padre Augusto Gutiérrez era párroco en Monimbó, un barrio indígena en la ciudad nicaragüense de Masaya. En ese barrio, todo el pueblo protestaba sin descanso contra la represión del dictador Ortega y su mujer Rosario Murillo. La Ley Antiterrorista permitía el asedio de iglesias y el arresto de todos aquellos que fuesen contra el régimen. En ese momento ya había cientos de muertos y desaparecidos. Mucha gente del barrio ya había sido asesinada y el Padre Augusto temía ser el siguiente. Tuvo que exiliarse a Guatemala por miedo a la represión. Después de muchísimo tiempo hemos podido contactar con él y nos atiende en La Linterna.

La gente sigue protestando y exigen la liberación de todos aquellos encarcelados por manifestarse en contra del régimen.

Los medios de comunicación fueron, como suele ocurrir en estos casos, objeto de represión y sus profesionales perseguidos, amenazados y encarcelados. Edgardo Pinell, es un periodista nicaraguense, que no tuvo más remedio que exiliarse de su país. Vive en nuestro país desde el pasado mes de octubre.