Expósito dibuja el mapa de quién es Koldo García y cómo llegó de un puticlub hasta asesor de Ábalos

El director de La Linterna repasa la trayectoria del detenido por la trama de las mascarillas

Ángel Expósito

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Ya lo decía Rajoy parafraseando a Romanones: ¡joder qué tropa! Me refiero a Koldo y su trupa. Ábalos, Santos Cerdán y compañía. Lo primero que habría recordar es que cuando Sánchez consigue los avales para presentarse a la secretaría general esos papelitos, los 50 y pico mil papelitos con los avales, con los DNI, Ábalos, su brazo derecho, se lo da a Koldo para que se lo guarde en casa. Luego cierta confianza con el pollo tenían.

Koldo es nombrado, con Ábalos ya de ministro de Fomento, Transportes o como se llame la cosa, miembro del consejo de Renfe Mercancías. La verdad que es un paso fantástico: del puticlub a un consejo administración. Nunca nadie lo hizo a tanta velocidad.

Luego están los viajes. Cuando Pedro Sánchez cesa a Ábalos, a los días, se van de viaje a Guinea Ecuatorial (Koldo y Ábalos, que muy lógico), a República Dominicana, a un tercer país que no consta y Koldo se va a otros siete u ocho países. Vete tú a saber qué. No me parece demasiado normal.

Cuando ves el conjunto Koldo surge del puticlub al Partido Socialista de Navarra de la mano de Santos Cerdán; cuando llegan a Ferraz Santos Cerdán se lo pasa a Ábalos. Santos Cerdán y Ábalos eran los hombres de confianza de la candidatura de Pedro Sánchez, uno en Navarra y otro en Valencia. Luego le hacen consejero. Luego vende a Francine Armengol el propio Koldo las mascarillas, hoy presidenta del Congreso. Vende a Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias, hoy ministro no se sabe de qué, pero da lo mismo. Y el que intermediaba entre la empresa de Koldo y el Gobierno de Canarias era el mismo mediador del Tito Berni.

Todo, de verdad, en un en un panorama absolutamente impresionante. Lo dicho: joder qué tropa. Con toda esta banda, la conclusión: Pedro, qué puede salir mal.