Expósito se sube a un cayuco de madera en Senegal y explica cómo es por dentro: "Te abrasas las piernas"

Este es uno de los puertos principales de donde salen los cayucos que en los últimos días estamos viendo llegar a El Hierro, a toda Canarias. Este es el sonido de una madera vieja, añosa, completamente ajada, de un cayuco esperando a sus ocupantes en esta playa. M'Bour es un pueblecito de pescadores, pero la situación económica hace que pescar haya dejado de ser un modo de vida fácil. El futuro es muy complicado, son miles los jóvenes senegaleses que deciden lanzarse al mar para llegar a Canarias en busca de un futuro. No, mejor, sencillamente un futuro en busca de una oportunidad tanto para ellos como para sus familias.

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Expósito se monta en uno de los cayucos en los que viajan los migrantes que salen de Senegal

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El 10% del PIB de Senegal procede de las remesas que estos chicos se envían desde el exterior, por eso deciden meterse en un cayuco como este. Sobrecoge pensar lo que es navegar en una barca de madera como ésta. Las hay de varios tamaños, aquí caben desde 30 hasta 300 personas. Estas barcazas se utilizan para pescar pero, dada la situación, son la vía de escape, el medio para llegar a cualquier lugar del mundo.

Aquí durante la travesía vas sentado en un tablón de madera, entra el agua, vas permanentemente empapado, por el día te asfixias del calor y la humedad; por la noche te pelas de frío y, entre medias, te abrasan las piernas por el combustible, por la rozaduras... Tienes muy poco espacio para moverte porque viajan más personas de las que debería y esto, por lo que me dicen, se mueve muchísimo mar adentro. Las barcazas no están preparadas para salir a altamar y un fuerte oleaje puede acabar volcándola. Además siempre naufragan por los movimientos de babor a estribor y viceversa, nunca de proa a popa.

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Expósito enseña cómo es un cayuco de madera por dentro: Aquí pueden caber hasta 60 personas

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Para garantizar que lleguen instalar un pequeño motor de gran potencia, se lanzan al mar con no sé cuántas garrafas de combustible y un GPS que pierde conectividad a pocas millas. Teniendo un cayuco como en el que estoy subido ahora mismo me parece imposible que puedan recorrer los 1.500 km que les separan de Canarias. Lo lógico es que esto se hunda porque literalmente es un cascarón. Mira, para que entiendas la sensación que tengo yo ahora mismo junto a uno de estos cayucos, te diré que es poco más de ancho que una barcaza del retiro de un estanque. Eso sí, mucho más largo. Multiplica 4 personas por cada metro cuadrado. Te puedo asegurar que sobrecoge, eh.

Son de madera como te digo, en muchos casos madera que ya no está en buen estado entre el sol, el agua, está medio podrida. Bueno, pues como te digo aquí se meten de 30 a 300 personas y hacer una travesía de una semana 10 días con pocos víveres, casi no llevan agua ni comida, porque eso pesa, claro. De hecho, el combustible también se relaciona así que como las mareas los vientos o las aguas se compliquen ya sabes dónde van a acabar.

El futuro de la migración en Senegal

Esto es uno de los puertos de pateras, cayucos. Fíjate que pasada en M'Bour estamos un pelo más al sur de Dakar. Más al norte de Dakar está San Luis, ya frontera con Mauritania. Y, a partir de ahí, bordeando la costa africana, hasta llegar a frente a Canarias. Desde M'Bour aquí y desde San Luis es de donde más migrantes africanos, casi la mitad de ellos ya senegaleses, parten hacia Canarias

Sólo un par de datos: en 2050 la población africana será de 2.500 millones de personas, casi el doble que hoy y, de todos ellos, la mitad tendrán menos de veinticinco años. Esto del drama migratorio no ha hecho más que empezar. Desde M'Bour, desde uno de los puertos donde más migrantes salen del mundo destino Europa. Por cierto, es incalculable la cifra de los que salen y llegan y de los que salen y mueren o en el mar o en el desierto o en el camino. Incalculable.